Yo quise imaginarme, como tú, en tu canción, que aún queda la inocencia de creer en la existencia de un Dios sin religión. Yo quise imaginarme infiel a la lección que afirma que la vida es un viaje de ida a ninguna estación. Pero ya lo ves, mi querido John: nada es lo que es, todo es sinrazón, todo está al revés, nada es corazón... Han pasado los años, los gozos y los daños, pero tu canción sigue viva ahí. Sigue cantando: sólo creo en mi imaginación.
Sí, en A día de hoy, de Aute, "Imaginación".
(AY)
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