sábado, 4 de agosto de 2007

Alondra

No quiero postear. Estoy en el diario. Vera está siendo casteada para un papel protagónico en Rent. Desde el miércoles pasado he vuelto a ser un empleado. Julia sigue, como puede seguir. Marcos quiere tener preestrenos movidones en octubre. Paty me dice que quizá ella me pueda dar datos sobre otro teatro.

Alondra se fue.

La tristeza es un músculo, y apenas hay nada más penoso que llevarlo en el cuerpo: estamos obligados a ejercitarlo a diario, a veces con esta gravedad, a veces con la ridícula y elegante persistencia de la melancolía.

Esto es un tirón y un desgarre y un dolor, un dolor, un dolor.

Te quiero, Alondra.

(Y NO, NO TENGO NADA QUE COMENTAR)

miércoles, 1 de agosto de 2007

Tony Leung en las manos de Ang Lee

La combinación es tan sospechosa como alentadora. Lust, caution. Ya lo veremos.

(PERO WONG KAR WAI ES TU PADRE, CHOW MO-WAN)

Las vidas de los otros

Vayan a verla. Y miren dentro de los ojos de este señor. Si pueden, no olviden nunca lo que vean.

(HAUPTMANN GERD WIESLER)

No me gustaba Antonioni

Pero se ha muerto. Y sólo quería dejar bien claro que no es mi culpa.

(BLOW UP, DAMN IT)

Hoy es el día

Se acabó mi descanso. Vuelvo al trabajo. La fórmula parece contradictoria: se acabó mi trabajo, debería decir, pero, ¿a qué vuelvo?

Como sea. Esta vida es una especie de adictivo terremoto cotidiano: revienta el suelo bajo tus pies, derriba sobre tu cabeza altos o modestos edificios, va abriendo grietas lentísimas en el subsuelo... y a ti te encanta.

A lo que sigue.

He ido a la iglesia, como siempre que mis supersticiones indican que es hora de decir "Oh, Dios misericordioso, tú que ignoras decididamente que soy holgazán, mentiroso, homicida y ruin y cruel y vil, gracias". Me levanté cuando empezaron los ritos fanáticos: detesto que un viejo gordo con el rostro de quien se siente orgulloso del empedrado de su estacionamiento y de su pequeño jardincito con pasto artificial me diga: siéntate, y que, si no me siento, considere que he pecado.

Pero la cosa me ha dado un poco de tranquilidad. Fueron seis meses de cosas magníficas. Algunas terribles, otras muy placenteras. Están Rent, y con ello Mauricio y Alondra y Bernardo y Kuma y su Ana y otros, y otros. Está Julia, y el hallazgo de dos nuevos compañeros en quienes puede confiarse. Rafa, y Tena, y Macbeth y Otelo y Titus y El mercader y Julio César y Romeo y Julieta y Shepard y O'Neill y Mamet. Y Vera. Y Vera. Y Vera.

Las tres de la tarde de ayer me cogieron en medio de dos ensayos, apresurado para comer porque era más importante estar en el teatro que estar bien alimentado, benditos fanatismos personales. En la ventanilla del auto me di cuenta que un niño me miraba y me escribió su nombre en el cristal, y yo escribí en el mío: "Monty". Porque era ésa la primera hora de la cuenta de 25: hoy, a las cuatro, mi vida que sería posible se habrá disuelto cuando dé vuelta a la izquierda, no a la derecha, y no cambie mi nombre ni me oculte hasta que el destino me alcance nuevamente o como sea que esas cosas se digan. O como sea que la película de Lee se me parezca.

Intentémoslo, pues:

Tratemos de entrar a la Muerte con los ojos abiertos.

Que venga lo que haya de venir.

(5.9 GRADOS RICHTER)

lunes, 30 de julio de 2007

Johnny Depp

Yo no sé qué sea esto, pero Vera y sus demás fans tienen derecho a enterarse.

(AY, SPARROW)

Murió Ingmar Bergman

Yo no quería postear estos días. Pero ha muerto Ingmar Bergman. Un relámpago de tristeza me cruzó la cara y me apretó el corazón: ésta es la despedida para un Dead Clown siempre dedicado a mirar con tres ojos la Creación.

Honremos al teatro. Veamos sus cintas.

Te queremos, tío Ingmar.

(FANNY, ALEXANDER, YO)