sábado, 8 de noviembre de 2008

Algo malo les pasó luego, ¿verdad?

Enrique y Ana, cuando yo era un niño, solían ser considerados método de inducción de la catalepsia para todos los infantes. Nos decían que nos gustaba, cuando en realidad iban sometiéndonos a conductivista tratamiento. Ahora, cada vez que escucho que alguien dice "cococoguagua", me entran unas ganas de salivar y comer croquetas que para qué les cuento.



Qué cosas, señor mío.

PS
Ah: se separaron en 1983, nos dejaron un legado de sufrimiento y tortura y luego, una se volvió una persona normal y el otro, un normal hombre del espectáculo. Y el mundo da vueltas y es plano, dicen.

(COCO, COCOGUÁ)

viernes, 7 de noviembre de 2008

Will Smith + Steven Spielberg = Oldboy???


El rumor cundió en Internet: que el proyectado remake de Oldboy, la impresionante cinta del coreano Chan Wook-park y la más popular y premiada de su trilogía de la venganza (el Gran Premio del Jurado en Cannes, ¿le suena a usted?), lo harán finalmente Steven Spielberg con Will Smith de protagonista. En el Blogdecine le niegan cualquier fundamento al chisme, aunque la fuente hubiera sido Variety. Pero, ¿por qué? ¿Porque son estrellas demasiado importantes? Quizá habría que recordar que Oldboy es responsable de una de las explosiones más memorables del cine asiático al público occidental o, en todo caso, su exponente más afortunada. Tiene millones de fans. Cualquier actor querría hacer a Oh Dae-su. Lo que me suena más viable es que lleguemos a ver una cinta que en nada se parezca a la original. Y quizá, de acuerdo con algunas perspectivas críticas, eso sea bastante deseable (véanse 1, 2 y 3, por poner ejemplos). Lo que es cierto es que la crítica, en general, la adora... y uno tiene que entender que eso sea el primer dato que lleve a suponer que algo anda mal, pero eso es otra historia.


Que no se hagan juicios fáciles: será muy difícil igualar el impacto que supuso Oldboy en su momento. Pero Spielberg dirigió Munich, dirigió Minority report, dirigió Jaws. En una de ésas lo que esperamos es una versión corregida y aumentada. Y además, no importa: Oldboy será siempre Oldboy.

(RÍE Y EL MUNDO REIRÁ CONTIGO)

Damn,,,

Espero, en buena onda, que esta clase de chistes deje de tener sentido los próximos años. O no, pero al menos pasen a ser sólo graciosos.



(CHAAAAALE)

jueves, 6 de noviembre de 2008

El posteo que triunfó sobre la falta de tiempo

1. Ecos del Mouriñazo. Ay, ugh.

2. Er, chale. Lorca va para afuera.

3. Un incendio le interrumpió a Pink un paliacatín. Hum, yiack.

4. El nuevo rey de Bután es hasta más joven que yo, desgraciado. Chin, puf.

(AY, YA)

Yeah Yeah Yeahs

No hay comparación entre el poderosísimo, energético primer disco y el segundo. La buena noticia es que en 2009 habrá un tercero. De Karen O y sus dos chicos espero lo mejor de lo mejor.

Adoro a los YYY.



(BABY, I'M SCARED OF A LOT OF THINGS, BUT AIN'T SCARED OF LOVING YOU)

Oh, ay, ah, uh, dios dios dios!


Algunas pocas palabras:

Clive Owen. Naomi Watts. Tom Tykwer.

The International. O en HD.

(¡FEBRERO! (EN REALIDAD, EN MÉXICO SERÁ EL 13 DE MARZO, MIRA TÚ) ¡VIVA TOM TYKWER!)

San Sebastián

1. El artículo de Fernanda Solórzano en Letras Libres. Léalo usted, que vale la pena. Y ponga atención sobre lo que dice de Camino, que en España están tan vueltos locos con la cosa que quizá sea el siguiente sacudidón español al somnífero cine mexicano.

2. Aquí, más info sobre Camino. La verdad es que el Blogdecine se las trae.

(¡EN EL CINE SE QUEDA UNO CALLADO, SO BESTIA!)

Jack Black será Gulliver!


A huevo!

Del director sé bien poco.


(YAY!)

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Gracias, Bruno

Prefiero esto a muchas de las otras formas de sentido del humor que solemos ver. Es más: al menos hay sentido del humor.

(BORAT!)

Don William


The simple fact of existence, of being aware that you are aware; this to me is the most astounding fact. And I think that it has something to do with dying. When you are a kid you are beset by fears and you think, 'I'll solve the fear by living for ever and becoming a movie star.’ But I am not going to live for ever. And the more I know it, the more amazed I am by being here at all. I am so thrilled by the privilege of life, and yet at the same time I know that I have to let it go.


(DONE)

Shyamalan, el amor, William Hurt, The Village


En The happening, el amor es un acto de la naturaleza: jamás terminaremos de entenderlo. Es el único consuelo para la destrucción: donde hallemos el final, el final absoluto, el ineludible, infinito e incomprensible final, allí el amor servirá para permitirnos atravesar la muerte con los ojos abiertos.

En Signs, el amor se alimenta de la fe: a la muerte que deja tras de sí rabia, resentimiento, dolor y derrota, deben sobrevivir la paciencia, la paz y la esperanza: la fe, que da fuerzas a quienes ya no las tenían, en nombre de quienes aún no pueden defenderse solos. ¿Voy a hundirme, a mí, que todo me lo han quitado, ahora que otros me necesitan?


The village es una película sobre el amor: sobre el amor atemorizado y retraído, que inventa estrategias siniestras para proteger lo que desea conservar; y sobre el amor arrojado y valiente, que desafía toda norma para salvar lo que ya se cree perdido. En ambos casos, el amor se revela como la fuerza que impulsa los actos humanos trascendentes: el guía verdadero de las acciones que nos definen. Dice el entrañable personaje del poderoso William Hurt, uno de los mejores actores de Estados Unidos: "The world moves for love. It kneels before it in awe".

Suele repudiársele a Shyamalan que filme historias obvias, simples y tan llanas que los elementos que deberían ser asombrosos en ella se convierten en meros pretextos, en simples repasos mal hechos. Dejó de ser un director de grandes guiones para convertirse en un director de monstruos de plastilina.

Creo que, en el caso de Shyamalan, la crítica está tan exageradamente equivocada, le ladra con tal denuedo al árbol equivocado, que comete el doble pecado de perdonarle a este director sus errores más evidentes y de castigarlo, en cambio, por la mejor de sus virtudes: es un gran narrador; un narrador comprometido, además, con un tema que debería asombrarnos a todos, ante el que deberíamos inclinarnos con veneración, a cuyo hechizo cedemos todos a diario, y que debería inocularnos, en estos tan deplorables tiempos, esperanza, fe, fortaleza y consuelo suficientes para sobrevivir.

Pero no. El problema es que sus extraterrestres son chafitas y que sus monstruos son trucos de actores.

Bah.


Podría escoger todo el metraje de William Hurt en The village y hacer, estoy seguro, un documento de auténtico valor para cualquier estudiante de actuación (pero véase, por Dios, la cinta: vea usted a Adrien Brody en un impresionante ejemplo de su talento, veáse a Joaquin Phoenix equilibrando su rostro magnífico y su cuerpo como una maquinaria de relojería sobre la cuerda tensa de la discreción y el contenimiento, hay que ver a Brendan Gleeson (dos o tres gestos y ya está: cátedra para expertos y novatos) y a Cherry Jones, a Celia Weston, a Bryce Dallas Howard bordando un trabajo afortunadísimo y a una Sigourney Weaver inolvidable e increíble.


Entre ella y William Hurt hay una escena muy breve, importante pero al final prescindible para la historia principal de la cinta: sus personajes se han amado por años, pero, casados ambos, viudos luego, han declinado estar juntos. La gente lo nota: Joaquin Phoenix, el hijo de ella, los ve cuando están cerca: "Nunca te toca", le advierte un día. Más adelante, en una fiesta de bodas, ella intentará tocarlo, para comprobar lo que su hijo ha visto y entendido.

Joaquin Phoenix es apuñalado en la aldea y agoniza; Bryce Dallas Howard, la hija de William Hurt, atravesará los bosques infestados de monstruos para traerle medicinas, pues lo ama. William Hurt la convence de hacerlo, aunque teme que no vuelva. Luego va a darle la noticia a Sigourney Weaver. Ella está en su casa, lavando con lejía sábanas limpias para Joaquin Phoenix. No encuentro el video, así que intentaré describir la escena de memoria: Hurt entra a la casa subiendo escaleras, mira a Weaver y ella se inquieta o se prepara, lo que hacemos al ver a alguien ante quien debemos fingir nuestros sentimientos reales para que los detecte (sí, el amor es así). Él la tranquiliza, mira hacia el piso, va a decirle algo importante: "Mandé a Ivy a los pueblos", le dice. Sigourney gira completamente su cuerpo, abandona la colada y se cubre la boca con las manos. Va a recriminarlo, va a llorar por la hija de él, es como si él mismo la hubiera matado. "No tuve otra opción", la ataja él. Y ella lo admite, pero aun podría protestar: todavía es posible detener a la joven. "Y es todo lo que yo puedo darte. Es todo lo que puedo darte para salvar a tu hijo", termina Hurt, vaciando con palabras a propósito enmascaradas lo que debía decir de otra manera: "Y es como si fuera mi hijo, también, y le he entregado a la mía. Es que ellos salvarán lo que nosotros cedemos. Es que ellos se aman, como hay amor aquí, pero lo merecen, y deben tenerlo aunque les cueste la vida. Es que el amor es más importante que estar vivos, y a nosotros ya nada nos queda, pero a ellos los espera todo".

Sigourney Weaver va a hablar, pero entiende. No debería decir nada. Debería tomar las manos de William Hurt y pedirle consuelo, que la salvara de arrepentirse, que la proteja. ¿No es, en la persona amada, donde, ridículamente, hallamos mayor protección? Y lo está intentando, ese gesto en Sigourney Weaver es magnífico: se miran a los ojos, pero las manos de William Hurt ya no descansan a los lados de su pantalón sino que sus dedos se estiran hacia las uñas de ella, cuya mano izquierda se alarga para tocar el brazo del hombre que tiene enfrente. Todo lo que debe hacer es terminar el movimiento: ya lo disfrazará, más tarde, de amable cortesía.

Pero ya el mundo no les pertenece. Comparte con William Hurt la comprensión de esa verdad incontrovertible: un buen día, los hijos que hemos tenido se vuelven responsables del mundo que nosotros no pudimos cambiar. Les toca a ellos sufrir, vivir y morir para sus nuevos hijos. La vida no puede parar. El amor se renueva a sí mismo y nada detiene su marcha: todo el mundo se inclina ante él con veneración.

"Acepto", le dice.

PD
He encontrado la escena. Está en este video, en el minuto 1:10. Veo que la recuerdo con muchas licencias, pero, una vez más, confío en mi mal gusto. No siempre me equivoco.



(IT KNEELS BEFORE IT IN AWE)

Dos videos por los cuales veo VH1

Los de los cortes comerciales, demonios de demonios:

1. ¿Se puede ser más increíble que Falco, el de Der Kommisar?



2. ¿Se puede ser más inverosímil que The Romantics con Tañking in your sleep?



(DIOS DIOS DIOS DIOS DIOS DIOS)

Detesto

1. que le llamen "cine de arte".

2. y que lo hagan tan malo.

3. y que sólo le guste a los imbéciles.

(YA, YA SE ME QUITA, YA)

Murió Michael Crichton


Antier dudé entre comprarme Los idus de marzo de Wilder por 35 pesos y El archivo de Egipto de Sciascia de los Club Bruguera por 40 o gastarme 60 de una vez en El mundo perdido de Michael Crichton. "Un día debo tenerlo en casa", me dije de este último, cuando lo devolví a los estantes de la librería de viejo (maloliente y abandonada, uno de esos sitios a donde hay que ir más bien a rescatar los libros). Ahora tengo otro Sciascia, Los idus y una duda: ¿por qué sopesamos los libros que no compraremos de aquellos que van a morirse pronto? ¿Por qué el juicio, "sí, bueno, puedo divertirme mucho leyéndolo" no se convirtió en un "por una vez que gaste en él no me pasará nada malo"? ¿Por qué a la Muerte le gusta propinarnos coincidencias? ¿Disfrutará, como suponemos que no hace con nada, colándose en los acontecimientos del mundo, para que un nombre recientemente recordado sea el nombre que leeremos luego en los titulares de la prensa? ¿Nuestra memoria persigue a la Muerte, con el temor y la audacia de quien juega apuestas, "sería lamentable, pero creo que acertaré"?

Ha muerto Michael Crichton. No tengo libros suyos en casa. Ayer, con el drama de Juan Camilo Mouriño, olvidé mencionar que lamento que muera: tenía esposa e hijos y pasarán días muy tristes de aquí en adelante. Nadie debería perder así a sus padres o a sus maridos. Pero se pierden así, y estas derrotas ocurren a gente real. Lo lamento por ellos. La vida debe seguir. Lo lamento por quienes han querido a Michael Crichton. La Muerte es lo único que nos alcanza con certeza. A veces terrible y definitivamente, a veces como una casualidad. Nunca duele menos. Siempre cambia todo. Jamás estamos listos. Cada nuevo muerto demuestra que venimos a vivir por lo que no conservaremos.

(CHALE)

El futuro

Uno no sabe cómo seguir viviendo si no tiene días de verdad que esperar.

(PACIENCIA)

Un día, dos notas


1. Sí fue Mouriño. El secretario de Gobernación y siete personas más fallecieron en el accidente de esta noche. Parece que fue porque el tanque de la aeronave estaba medio lleno. Un error, pues. Hubo 40 personas heridas en tierra, porque el jet tuvo a mal caer en pleno cruce de Periférico y Reforma, en la Ciudad de México. Estuvo tremendo; todavía lo estará más.


2. Sí fue Obama. Los periódicos subrayan que se ha roto, con esta elección, la última barrera racial en la política estadounidense: un afroamericano gobernará los Estados Unidos. ¿Qué pasará? Supongo que sólo Dios lo sabe porque, lo que es para las políticas de relaciones binacionales, a México le va igual con uno demócrata que con otro republicano. Pero una cosa es segura: se acabó Bush. Y eso a todos nos hará un poco menos infelices.

(LIFE GOES ON)

martes, 4 de noviembre de 2008

Pero la nota no es Obama, sino que se mató Juan Camilo Mouriño


El secretario de Gobernación del gobierno del presidente Felipe Calderón habría fallecido en el accidente de una aeronave oficial que se estrelló en pleno cruce de Reforma y el Periférico, en la Ciudad de México. Hay más víctimas, todas al parecer funcionarios, incluyendo al ex jefe de la SIEDO de la PGR, José Luis Santiago Vasconcelos. Reforma lo da como seguro. En cambio, El Universal va con calma (curiosamente, El Info, con información de SUN, lo da como un hecho), y Milenio se lo está pensando.

¿Qué se hace en estos casos? Esperar. Que se confirme. Resistir las especulaciones. Medio mundo acá en la redacción dijo ya la palabra "atentado".

Esperemos. Esperemos a confirmar. Resistamos las especulaciones.

Qué día.

(FUCK!)

Obama

No me importan las elecciones en Estados Unidos. Creo, sinceramente, con esta apatía que me invade hacia el final del año, que nada tienen que ver conmigo.

Mi hermana, sin embargo, es legalmente mexico-estadunidense, y creo que votará por Obama. Tendrá sus razones.

Yo veo las caras de ambos, los escucho hablar a ambos, leo resúmenes con los programas de ambos. Y ambos me dan igual.

Pero votaría a Obama.

Creo.

So, good luck. Y que el siguiente cuatrienio nos agarre menos tristes.

¿Quiere usted votar? Hágalo aquí, ándele. ¿No quiere usted votar, pero quiere enterarse cómo va yendo la cosa? Son las 6:00 pm mientras escribo esto y empiezan a salir números reales. Léalo en CNN.com o donde a usted le dé la gana: de todos modos, nos vamos a enterar.

(DAMN)

Post 1,501

Lo oí en la calle hace un rato y entendí todos los problemas de mi vida:

"Es que, el que sabe de trocas, ése sí me cai que de veras la va a hacer, segurititito".


El otro asintió, rebanó una jícama y la vendió con chile y limón en un vasote que se veía bien sabroso.

Segurititito.

(ES DE VERDAD!)

Blog para leer con mucha calma (ojo, teatreros)

Se llama El método de actuación de Antonio González Caballero.

Wow!

El asunto reviste particular interés si uno busca en las bien organizadas etiquetas que este alumno de González Caballero creó para su blog. Una de esas etiquetas es Strindberg y otra es Señorita Julia. Obviamente, yo me muero del interés. Sobre todo cuando leo del interés de González Caballero por Julia:

"La señorita Julia bien puesta sería intolerablemente hermosa".


(WOOOOOOW!)

El colmo

Youtube va demasiado lejos. Y yo, nunca conforme, todavía más.

Qué pena, Dios.

No te puedo besar



Tengo una chica



(SI NO ME EQUIVOCO, YO TENÍA OCHO AÑOS, ASÍ QUE PRETEXTO, LO QUE SE DICE UN PRETEXTO, LO TENGO)

lunes, 3 de noviembre de 2008

Boxing night

Lo descubrí gracias al Tecnoculto. Es la onda.



(EY, YOU'RE CYBORGS!)

Oh

VI
Nadie te manda cartas ahora
Debajo del faro
en el atardecer Los labios partidos por el viento
Hacia el Este hacen la revolución Un gato duerme
entre tus brazos A veces eres inmensamente feliz

(VÁLGAME EL CIELO)

Blogueras que nous dan miedou

1. Annie es dulce pero es amarga.

2. Meryone lee a Poe. Y a Bolaño, parece.

3. La Pordiosera burguesa tiene hambre.

Descubiertas, en principio, gracias al Tecnoculto.

(ELLAS POSTEAN, LAS LEO YO)

Tres cositas

1. Agarre sus casets y páselos a MP3. Ya se puede. Luego agarre mis casets y páselos a MP3 y páseme los archivos, que a mí me da mucha hueva, la mera verdad. (Ya estoy oyendo a ciertos amigos míos adolescentes: "¿Qué es un caset, tío Iván"?)

2. En la Revista Ñ, un artículo sobre el sino de los traductores.

3. Y un sujeto que es semidivino con una canción mal leída por los tontitos: The National Front disco de Morrissey:



(SO YOU WANT THE DAY TO COME SOONER?)

Go, Colts!

Marvin Harrison le pasa por un lado al Sanders de los Patriotas
Ya iba siendo hora. Después de varias semanas medianas o, mejor dicho, mediocres, Manning-Wayne-González-Clark-Sanders y compañía se portaron como debían y le pusieron una humillada memorable a los Patriotas de Nueva Inglaterra. ¿Por qué me importa tanto? Porque hay pocos equipos con los que los Colts tengan tan especial rivalidad y porque Patriotas es un gran equipo: Brady, vuelve: sin ti, las victorias son menos placenteras; Cassel, échale ganas: pese a la derrota, diste un juego bastante bueno.

Y ahora, después de los honorables comentarios anteriores, un comentario que sale desde el corazón:

¡MORDIERON EL POLVO, SO SUCIOS PATRIOTAS!

Yiajajay, ajúa y riaja.

Para mayor felicidad, los Vaqueros de Dallas perdieron con los Gigantes de Nueva York, con el joven Eli Manning a la cabeza, el hermano de don Peyton, mariscal de los Potros.

Es decir: las cosas están muy bien.

Las cosas para Potros seguirán complicaditas si no espabilan (¡más juegos de ofensivas como la de ayer, caray! ¿Dónde está nuestra defensaaaaaaa?). Abrimos perdiendo con Chicago, le ganamos Minnesotta de un modo curioso, perdimos con Jacksonville (¡con Jacksonville!), le ganamos a Houston con dificultades (¡por favor!), luego estuvo esa memorable paliza a Baltimore... y una memorable paliza por parte de Green Bay... y otra, más memorable si cabe, con los sangrones de los Titanes de Tennessee. Ganarle a Patriotas deja a Potros con una marca de 4-4: ¡igual que Denver, que Miami, y por debajo de Cuervos, Jets y Buffalo!

La semana que viene, fecha 10, Acereros. Luego: Houston, San Diego, Cleveland, Cincinnati, Detroit, juego de Acción de Gracias contra Jacksonville y cierre de temporada regular contra Tennessee, otra vez: y yo veré ese partido en el Lucas Oil Stadium porque pasaré Navidades con mi hermana, en Indianápolis, y Santa Clós nos trajo boletos. Ojalá que el viejo panzón nos traiga también ricos playoff y otro Super Tazón.

Hoy, Acereros-Washington. Voy Washington, pero la verdad es que quiero ver un buen partido.

Y ya.

(ÉSTE ES EL MUNDO DE UN TEATRERO SIN TRABAJO, CON LA ESPALDA LASTIMADA, DEMASIADAS PREOCUPACIONES COTIDIANAS EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS Y UN EMPLEO INGRATO, PERO QUE PASÓ EL DOMINGO EN LA ABSOLUTA Y REDONDA HUEVA. BETO RUIZ, PERDÓNAME)

El Herralde

Daniel Sada ganó el Herralde con la novela Casi nunca; ¿será la que yo leí, bautizada, hace año y medio, como Casi nada? Iván Thays es el finalista. Qué chido.

(WOW)