viernes, 29 de agosto de 2008

Ah, los archisílabos

En el Defe hice corajes ochocientas veces porque mis (muy apreciados) compañeros Eleleu insistían en emplear el verbo concretizar cada cinco minutos; teníamos una discusión importante, que implicaba acciones como reducir hasta lo concreto nuestras ideas, así que el verbo, de verdad, se repetía y repetía y repetía. Hasta que me harté en algún alegre momento y grité: "¡Se dice concretar!". Debí añadir un "¡, so cerdos!", porque me miraron con perplejidad.

Exagero un poco la crónica. Pero algo así pasó. La otra era que (se) insistía(mos) en hablar de hacer interinatos, refiriéndonos a estudiantes de medicina a punto de titularse, y creo que alguno de mis cuates estuvo a punto de lanzarme la silla cuando le corregí: "¡Internados!".

El País me tranquiliza un poco. Yo, con celo particular por detectar mis variadas estupideces y mis ofensivas canalladas al lenguaje, no le perdono a los demás las propias. Pero al menos alguien hace artículos al respecto. Y no post inútiles, como los míos.

Yo tengo un odio particular por el empleo de la palabra afectación como impune y absoluto sinónimo de daño o perjuicio. "Las afectaciones por el disparo se apreciaron en su economía corporal". "Los cuerpos de rescate evalúan las afectaciones tras la tormenta".

Agh.

(¡CONCRETÍCENME ÉSTA, POLLOS!)

Días confusos antes del Día del Blog

El autor de este blog está bastante hecho bolas por estos días. Como los lectores habituales podrán notar (uno o dos, lo entiendo), cierto bonito festival pirotécnico en el campo de mis hormonas cerebrales me sujeta a vaivenes intempestivos y compromete el buen funcionamiento de mis amigas las endorfinas, quienes, como amigas, la verdad pueden ir yéndose a tomar por culo. De modo que no sería imposible descubrir que uno de estos días por fin copié la decisión del señor don August Van Zorn, con la pulcritud que le caracterizó.

Blog Day 2008

En vía de mientras, las cosas donde van: este domingo 31 de agosto es el Día del Blog. No sé quién se lo ha inventado, pero lo prefiero al Día del Servidor Público y otras cosas. Incluye varias actividades, por cierto. Como Van Zorn, en el fondo, es un blog, pues se une al festejo declarando: a veces, postear es bueno; a veces, postear es imprescindible; a veces, no haber posteado jamás es mucho mejor; pero, ya que estamos, vayamos posteando. Si llegara a ocurrir que, en el Día Final del Universo, sirvió de algo que los blogs estuvieran allí, ¡qué mejor!

Es que estoy mal en serio.

Las instrucciones del BlogDay
1. Encontrar 5 nuevos blogs que consideras interesantes.
2. Informar o advertir a los autores seleccionados tu recomendación para el BlogDay.
3. Escribir una descripción corta de cada blog y enlazarlos.
4. Publicar una entrada el 31 de agosto, el BlogDay, mencionando los 5 blogs que recomiendas
5. Agregar el tag BlogDay de Technorati: http://technorati.com/tag/blogday2008 y un enlace al sitio BlogDay: http://www.blogday.org


(¡POSTEANDO, QUE ES GERUNDIO!)

jueves, 28 de agosto de 2008

No quiero lo que me queda

pero no sé quedarme con lo que quiero.

(CAMBIO DE POLOS EN ESTE HOGAR!)

Otro, pues

Si me arrepintiera,
el fracaso
sería lo menor.


(OPINO QUE PUEDO METERME UN TIRO, PERO SIEMPRE SERÁ MÁS DIVERTIDO QUE LO HAGAN USTEDES)

Lo que temes

Ya se va, lo que temes,
y te quedas
tú en el mismo lugar.


(HAIKÚ, CÓMO NO)

Lo decidió el máximo órgano de justicia de México

En este país, o mejor dicho en el Distrito Federal que le sirve de capital política, es constitucional el derecho a la interrupción del embarazo. Sí, es un triunfo político. Pero la decisión es jurídica.

Vamos. Descarnémonos en discusiones imbéciles acerca de lo penoso o maravilloso que es esto. Yo, mientras menos mujeres deban practicarse abortos clandestinos, prefiero escuchar los pleitos y no entrar en ellos.

Señores magistrados: bien por ustedes.

(BIEN, DIJE)

Gorditas en la calle


Están en La Casa Suspendida, lectora teatrera, teatrero lector: ¡vaya a usted a verlas porque es el último fin de semana! Gorditas en la calle, original de Gustavo Ott, dirigida por el mismísimo Eduardo Villalpando. Sábado, 20:30 horas. Domingo, 18:00 horas. La Casa Suspendida: Alcalde 830, casi esquina con Jesús García, en la zona del Santuario. Guadalajara, México.

¿Que por qué lo invito? Porque la endemoniada obra vale la pena. ¡Vaya usted!

(PERO EN FRIEGA!)

Happy thursday, lady Tuesday



La bellísima mujer cuyas viejas fotos coloco aquí se llama Tuesday Weld y hoy está cumpliendo 65 años. Debe estar muy cambiada, claro, pero no me importa. ¿No la conoce usted? Se dedica al cine y fue nominada inclusive a un Oscar y a un Emmy por su trabajo en tele. No tiene películas tremendamente memorables, digámoslo rápido, pero su extraordinaria belleza arroba al autor de este blog desde que la descubrió: es una estrella de cintas de Elvis y está allí también en una brutalísima condición en Once upon a time in America. Muy célebre es, en cambio, su atormentada niñez.



Yo amo su rostro.

Ámela usted, lectora admirada, impactado lector.

(SUSPIIIiiIIIiiIIIiiROOOOS)

miércoles, 27 de agosto de 2008

Post 1,300 (1,301, quise decir)

Hay un momento de la noche, como en el ojo del huracán, en el que todo se queda quieto. Lo que siento y lo que pienso, me lo guardo.

Sólo quería señalar que estoy vivo. No todo el tiempo quiero lo que hago. No todo el tiempo hago lo que quiero. No soy lo que quiero ni quiero ser lo que soy ya; no siempre.

Pero aquí ando. Estoy vivo.

Medio vivo, si me apresuran.

No haberme muerto es una confusa y sospechosa alegre bendición.

(LIFE MUST GO ON, SUPONGO, A COSTA DE TODOS Y A NUESTRA COSTA PROPIA)

Tarde de Joaquín


A veces, el iPod, en ejercicio de su libre albedrío, me pone, seguidas, varias canciones de viejo Joaquín. Y yo recuerdo que solía ser un adolescente y escucharlo ya, y que hoy, a los 28, cuando sigo siendo adolescente, lo escucho aún. Y pienso para mí: Esto me gusta. Esto es de las pocas cosas buenas que tiene envejecer: a uno siguen gustándole cosas que ya le gustaban antes con toda sinceridad.

1. Tras las montañas estaba el mar, la noche, el vértigo, la ciudad; el mundo, a cambio de una canción, me daba un plato, un beso, un colchón...

2. Ésta es la canción de las noches perdidas: lleva un crisantemo ajado en la solapa, se sube a la cabeza como ciertas bebidas, se pega a la desilusión como una lapa. Canta la canción de las noches perdidas: quema como el gas azul de los mecheros, sirve para echar vinagre en las heridas, miente como mienten todos los boleros...

3. Ley de los sin ley, rueda de peones para darle jaque al rey. El bar de la estación es un hogar para mi corazón. Y las mujeres miran y no ven al forastero que no tiene quien lo espere. Y el cielo es una plancha de hormigón, un animal con gafas solo ante el televisor, un docudrama que termina mal, un ángel que delira en una cama de hospital, cantándole a la luna la canción de cuna de la noche y los tejados...

4. Nunca me dice "Ven", siempre se hace esperar; de noche, como un sueño, tarda en venir, dibuja nubes con saliva y carmín, cobra caro cada abrazo que da: no acostumbra a fiar...

5. Y dile que la echo de menos cuando aprieta el frío, cuando nada es mío, cuando el mundo es sórdido y ajeno; que no se te olvide: es de esas que dan siempre un poco más que todo y nada piden...

6. Deja pasar la tentación, dile a esa chica que no llame más...

7. ...si te da la espalda la almohada, busca en la frecuencia modulada una coartada para alunizar...


(¡VEN CUANDO TE CANSES DE CRECER Y LOS SUEÑOS TARDEN EN VENIR!)

martes, 26 de agosto de 2008

¡Amor a los aguacates!


Yo siempre he creído que el amor es, de las frutas serias y solemnes, la mejor y favorita. Requiere paciencia y artesanal atención para madurar hasta el máximo punto de sus sabores, y luego premia al buen agricultor con esas cremosas joyas.

Vivan los aguacates, verdá dediós'n.

Pero esto, que me encontré en una divertidísima comunidad de Facebook, quizá ya sea demasiada cursilería.

(AY, AMOR MÍO, ¡QUÉ TERRIBLEMENTE ABSURDO ES ESTAR MADURO!)

Dos noticias que podrían inspirar cuentos de Salinger o Jelinek (o una película chafa, vamos)

1. El otro día se murieron varios canguros en el Zoo de Guadalajara porque cayó cerca un rayo y, no sé si usted lo sabe, los canguros son harto nerviosos. Eso fue hace meses. En la zona conurbada del DF ocurrió una tragedia, que incluyó la muerte de un señor que intentó salvar a varios animales: sesenta caballos de un club hípico murieron en una inundación. ¿Qué hace un caballo cuando la ciudad en la que vive se inunda porque llueve mucho y hemos creado ciudades que colapsan al menor caprichito de la naturaleza? ¿Con qué comisión de derechos equinos se queja? ¿A dónde llevan, sus deudos, la protesta formal? Lo que pienso es que, si yo fuera caballo, jamás vendría a vivir a una ciudad mexicana de este tipo, chingau.

2. Dos hermanos encerraron a su tercera hermana para quedarse con su parte de la herencia paterna. Esto ocurrió en Egipto y si hubiera ocurrido en cualquier parte no me cabría, aun, la idea en la cabeza. A la mujer la tuvieron cinco años, cinco remalditos años, en un cuarto de cuatro metros cuadrados, sin más entretenimiento que leer y leer El Corán, lo cual debe haber estado muy bien para ella, pero en punto a aliviarle la crueldad debe ser una especie de broma. Yo, por eso, no heredo ni madres.

(AGH Y REAGH)

El Emilio de ayer

Este lunes, don Emilio González, capaz de hilar las trampas discursivas más pasmosas de la política panista (y eso no es un oximoron), largó un discurso maravilloso al respecto de cómo evitar la violencia de género. La verdad es que no quepo en mí de gozo al leerlo: ¡el señor se supera día con día!

(¡LA SUYA, SEÑOR GOBERNADOR)

El día que Deyanira (la griega) metió la pata

Esta curiosa cosa me la he hallado en Wikipedia. Como no sabía de su existencia, para es novedad. Y qué.


(¡NO TE LA PONGAS!)

lunes, 25 de agosto de 2008

Dos despedidas

Alrededor de mí, privilegiado como en una casa construida en medio de un lago, hasta donde llegaran algunos temblores pero no el tremor entero, ocurren cosas muy tristes. Este domingo murieron un ex compañero de trabajo, Cuauhtémoc García, maquillista que vivía recién en el DF y que sufrió una lamentable enfermedad que lo venció con rapidez; lo conocí en Rent, me enseñó a maquillarme para el teatro y descubro con vergüenza que quizá he olvidado algo en lo que él era un experto.

También perdió la vida el padre de Pablo Sepúlveda, quien es pareja de una de mis mejores y más entrañables amigas y quien ha merecido, al cabo de pocos años, mi respeto y mi estima. El señor dormía y no despertó. No puedo imaginar un final más tranquilo, y deseo en verdad que haya sido así.

La vida es triste.

(+)

¿Sabe usted qué es bonito?

Es muy curioso, pero me permitiré opinar: las chicas de Israel. Al menos encuentro varias lindas en esta notoria expo de fotos sobre chicas de Israel en el ejército. La hallé vía el Boing-boing.

Las fotos están muy bien.

(WOW)

Jeffrey


Hoy llegó Jeffrey a casa. La joven de la fotografía está descansando encima de él porque para eso es un genio, el buen Jeffrey: para descansar encima de él. No sirve para descansar con él encima, por ejemplo, y se puede descansar por un lado de él, pero no es lo más recomendable. Hay que tirarse encima de Jeffrey. Apoltronarse sobre todo él. Y Jeffrey recibe al visitante con mullido abrazo, muelle meneo y mayestático aval a la más gatuna holgazanería.

Vean el rostro de la joven de la fotografía. ¿A que ilustra a la perfección mis observaciones primeras?

Jeffrey está en mi casa. Hoy voy a ver el NFL Channel sentado en él. Sólo me hará falta una cerveza, pero, ¡qué diablos! Los días por venir también viviré con Jeffrey.

Todos queremos a Jeffrey.

(OH, JEFFREY!)

Pagar con el celular e irse a otro lado a fumar

1. Por estos días entra en vigor el famoso servicio Nipper, que pone a temblar a cualquier persona que sepa que, en este país, una vez que uno da permiso a otros de cobrarse, los otros se cobran... Pero suena interesante también.

2. Este jueves entra en vigor la ley federal que prohibirá a los fumadores echar su humo en los espacios públicos cerrados de todo, todo el país. Si usted tiene un restaurante sin áreas abiertas, deberá crear un área especial para que los fumadores se vayan allá, fumen, y luego vuelvan y se dediquen a las labores propias del restaurante, como comer y beber, porque allá, en el fumadero, no se les podrá atender: la cosa es que la ley protege a todos los mexicanos del humo del cigarro, incluyendo a los meseros. (Pongo este link, pero el bueno hay que buscarlo mañanma en las página s10-11 de Público Milenio).

Pronóstico veloz: ninguno de las dos ideas aquí mencionadas correrá con suerte ni tendrá un fácil arranque. Es más, producirán dolores de cabeza múltiples... pero nos habremos acostumbrado a ellas cuando menos lo hayamos imaginado.

(¡YO NO FUMO NI USO CELULAR!) (¡BUENO, SÍ!) (¡DIGO, NO!)

(¡EN REALIDAD TENGO UN AÑO Y NUEVE MESES SIN FUMAR!)

Tras largos años de poner distancia, esta mañana desperté soñando esta canción


“¿Qué adelantas sabiendo mi nombre? Cada noche tengo uno distinto y, siguiendo la voz del instinto, me lanzo a buscar...”. “Imagino, preciosa, que un hombre…”. “Algo más: un amante discreto que se atreva a perderme el respeto... ¿no quieres probar? Vivo justo detrás de la esquina, no me acuerdo si tengo marido, si me quitas con arte el vestido te invito a champán...”. Le solté al barman mil de propina, apuré la cerveza de un sorbo (acertó quien El Templo del Morbo le puso a este bar). Peor para el sol, que se mete a las siete en la cuna del mar a roncar mientras un servidor le levanta la falda a la luna.

Al llegar al portal, nos buscamos como dos estudiantes en celo; un piso antes del séptimo cielo se abrió el ascensor. Nos sirvió para el último gramo el cristal de su foto de boda; no faltó ni el desfile de moda de ropa interior. “En mi casa no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte, con el alba tendrás que marcharte para no volver, olvidando que me has conocido, que una vez estuviste en mi cama; hay caprichos de amor que una dama no debe tener”. Peor para el sol, que se mete a las siete en la cuna del mar a roncar mientras un servidor le levanta la falda a la luna.

“Es mejor”, le pedí, “que te calles, no me gusta invertir en quimeras: me han traído hasta aquí tus caderas, no tu corazón”. Y después, ¿para qué más detalles? Ya sabéis: copas, risas, excesos, ¿cómo van a caber tantos besos en una canción? Volví al bar a la noche siguiente a brindar con su silla vacía, me pedí una cerveza bien fría y entonces no sé si soñé o era suya la ardiente voz que me iba diciendo al oído: “Me moría de ganas, querido, de verte otra vez”. Peor para el sol, que se mete a las siete en la cuna del mar a roncar mientras un servidor le levanta la falda a la luna.

(NO ES RECONCILIACIÓN: ES PURA GANA DE UN DÍA)

Verdad irrebatible

Yo soy ese tipo de personas a las que, si les ofrecieran vivir para siempre, dirían que no, por la incómoda perspectiva de tener que hacer tantas declaraciones de impuestos.

(DIXIT)