sábado, 3 de enero de 2009

Olga



Olga.

(OLGA)

Ejem...

Fans de Street Fighter, preocúpense. Éste es el primer tráiler de The Legend of Chun-Li. Con Bison, Balrog y hasta Vega, me parece.

No fans de Street Fighter, comencemos a reírnos...

De todo corazón deseo que sea demasiado pronto para reírse.



(AY, AY)

Curiosidades de cumplir 29

1. La canción de Sabina que el shuffle pone en tu iTunes es Cuando era más joven. Y sonríes al identificarla.

2. Cuentas a los amigos que te envían felicitaciones. Y agradeces que varios ya no finjan tomarse la molestia de acordarle.

3. Si tienes un gato, comienzas a parecerte al Jon Arbuckle de las primeras tiras de Garfield: su rutina gira alrededor de rasguños, comida de mascotas, la tortura de los días de baño y la mirada agradecida de un venerable dios de doce centímetros de alzada que te aplaude silenciosamente cuando te sorprende limpiando su cajita de arena. Pero no tiene nada que ver con cumplir 29, todo lo anterior: en realidad pienso en que Jon era un soltero sin suerte.

4. La gente te mira y evalúa cómo te vistes. De veras lo hacen.

(FUMABA DE GOLPE Y SACABA LA LENGUA A LAS DAMAS QUE ANDABAN DEL BRAZO DE UN TIPO QUE NUNCA ERA YO)

viernes, 2 de enero de 2009

Peyton, otra vez el Más Valioso


No es mi jugador favorito en los Potros, pero es el mariscal de campo y casi es imposible encontrar, ahora mismo, uno mejor en la NFL. Es un monstruo obsesionado con el futbol, un furioso y estricto loco que memoriza y reorganiza jugadas y coordina la ofensiva de su equipo cuando al coordinador ofensivo le da por pensar que tal vez el muchacho sabe lo que está haciendo, se lo toma todo tan en serio que al público de Indianápolis —famoso por sacar de quicio, hasta el llanto, a los QB contrarios con su escándalo y su ruido, y créame, lectora, lector, que allí hacen ruido cada que hay una tercera oportunidad para el equipo rival— lo ha callado varias veces porque no lo deja pensar. Antes se ponía nervioso con la presión y las fallas de su bolsa de protección, todavía hace tres añitos; casi nunca tiene necesidad de resolver una jugada desafortunada corriendo y, por lo tanto, no es común que lo lastimen. Y, ah, claro: cambia jugadas justo antes de sacarlas como compulsivo. ¿Quiere usted alguien que lance profundo y, casi a ciegas, se entienda de verdad con sus receptores? Busque a Peyton Manning: vive para el futbol, según dicen en Indiana; sus números apabullan; es una superstar de los comerciales; su brazo es fiable, su cólera es seria, su sentido del humor es peculiarísimo; la gente lo quiere. Y es la onda, el desgraciado.

De allí que me dé como bastante alegría que lo hayan nombrado, por tercera vez, Jugador Más Valioso de la NFL. Otros candidatos, como el temible Petersen de Minnesota o el imparable Williams de Carolina, merecen todo mi respeto (digo que Peterson es temible y no exagero: véalo correr, por el amor de Dios). Manning tiene mi admiración garantizada. No todas mis simpatías, que para eso están el fantástico Addai, los apreciables Harrison o Wayne, Sanders que es la onda o mi primo Tony Gonzalez, o Dallas Clark que tiene lo suyito.

Pero allí está Manning. Imposible imaginarse a los Potros de Indianápolis, hoy, sin su presencia, como sería imposible suponerla sin Tony Dungy.

Hace cinco años escribí una semblanza del sujeto, cuando no sabía yo nada del futbol americano. Fue su primer nombramiento como MVP... y una de esas temporadas en que los malditos Patriotas lo echaron todo a perder. Luego vino el Súper Tazón.

Lo demás es muy, muy divertido. Suerte este sábado, Peyton.

(GO, COLTS!)

Muertos

En 2008 se murieron Heath Ledger, Paul Newman, Charlton Heston y...

Ah, ¿verdad?

(ÓRALES)

29

Hoy cumplí 29 años. Con arreglo a las consideraciones del Injuve, vivo el último año como joven; después ya seré adulto y pasaré a integrar otras filas estadísticas. Supongo que esto le ocurre a todos, pero yo siento como si no hubiera cumplido más de 25. Y los 25 fueron muchos años.

Gracias por las felicitaciones. No tengo propósito particular para los siguientes 365días. O sí, pero no lo diré aquí. No he posteado en muchos días. Estaba de vacaciones y no tuve energías para venir al blog; aun ahora, mientras escribo, todo me resulta complicado. Ya recuperaré mi ritmo habitual.

Se murió Harold Pinter, durante estos días. Apenas puedo imaginar un modo más triste de cerrar el año. Pero cada quien tiene sus tristezas, y hay que admitir que unas son más tristes que las otras.

Para mí, el amanecer, debajo de un gato de medio kilo de peso y mucha furia contenida, con la casa sucia y la convicción de que en algún momento me pondré a limpiarla, con mi barriga y mis bigotes, mis vacaciones en Indianápolis y Michigan incluyendo nieve y partido de los Colts, ha sido un buen amanecer.

Entremos en la vida con los ojos abiertos, que diría un emperador tan sensato para esto como para la muerte.

Gracias, Adriano.

(GRACIAS)