viernes, 3 de octubre de 2008

El teatro es un acto de fe en el valor de una palabra sensata en un mundo demente


Encontré, en mi correo, un forward que circuló luego de la reciente muerte del dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda: fue su mensaje girado a la comunidad teatral mexicana en el Día Mundial del Teatro de 2006. A la luz de mis últimos descubrimientos sobre el teatro —que lo alimentan el amor y la esperanza, que a éstos los multiplica, que denuncia a los seres humanos para enunciarlos y para hacerlos mejores humanos (más seres, más humanos), que está vivo porque los hombres estamos vivos—, lo he leído de nuevo y he encontrado que basta asomarse sólo un poco a este oficio para compartir, casi en automático, una simple convicción: que hay esperanza en el futuro del mundo, y que el cinismo y la indiferencia son tan criminales como el suicidio o la destrucción de los demás.

Vivo en un mundo convulsionado por la crueldad y el horror; el teatro lo haría sentarse a mirarse a sí mismo, y a imaginar la paz, la belleza, el amor.

Por otro lado, si en veintitantos siglos no lo ha conseguido, el teatro quizá...

Pero eso, supongo, no es materia de este post.

Un rayo de esperanza

Todos los días deben ser días mundiales del teatro, porque en estos 20 siglos siempre ha estado encendida la llama del teatro en algún rincón de la Tierra.

Al teatro siempre se le ha decretado la muerte, sobre todo con el surgimiento del cine, la televisión y, ahora, los medios digitales. La tecnología invadió los escenarios y aplastó la dimensión humana, se intentó un teatro plástico, cercano a la pintura en movimiento, que desplazó la palabra. Hubo obras sin palabras, o sin luz o sin actores, sólo maniquíes y muñecos en una instalación con múltiples juegos de luces.

La tecnología intentó convertir al teatro en fuego de artificio o en espectáculo de feria.

Hoy asistimos a la vuelta del actor frente al espectador. Hoy presenciamos el retorno de la palabra sobre el escenario.

El teatro ha renunciado a la comunicación masiva y ha reconocido sus propios límites que le impone la presencia de dos seres frente a sí que se comunican sentimientos, emociones, sueños y esperanzas. El arte escénico está dejando de contar historias para debatir ideas.

El teatro conmueve, ilumina, incomoda, perturba, exalta, revela, provoca, transgrede. Es una conversación compartida con la sociedad. El teatro es la primera de las artes que se enfrenta con la nada, las sombras y el silencio para que surjan la palabra, el movimiento, las luces y la vida.

El teatro es un hecho vivo que se consume a sí mismo mientras se produce, pero siempre renace de las cenizas. Es una comunicación mágica en la que cada persona da y recibe algo que la transforma.

El teatro refleja la angustia existencial del hombre y desentraña la condición humana. A través del teatro, no hablan sus creadores, sino la sociedad de su tiempo.

El teatro tiene enemigos visibles: la ausencia de educación artística en la niñez, que impide descubrirlo y gozarlo; la pobreza que invade al mundo, alejando a los espectadores de las butacas, y la indiferencia y el desprecio de los gobiernos que deben promoverlo.

En el teatro hablaron los dioses y los hombres, pero ahora el hombre habla a otros hombres. Por eso el teatro tiene que ser más grande y mejor que la vida misma. El teatro es un acto de fe en el valor de una palabra sensata en un mundo demente. Es un acto de fe en los seres humanos que son responsables de su destino.

Hay que vivir el teatro para entender qué nos está pasando, para transmitir el dolor que está en el aire, pero también para vislumbrar un rayo de esperanza en el caos y pesadilla cotidiana.

¡Vivan los oficiantes del rito teatral! ¡Viva el teatro!


(¡ELELEU, ELELEU!)

Un niño loquito


Agarró un montón de lagartos y otros animalitos, los atontó a golpes y fue dándoselos de desayuno a un cocodrilo de 200 kilos.

Es una bestia, el chamaco. Una bestia australiana.

No sé por qué, pero me pregunto por qué mis padres no me convirtieron en un niño como ése cuando yo tenía siete años.

¡Odiaba tanto al pinchi perro de los dueños de la posada a tres puertas de mi casa!

(Y TE REGALO TAMBIÉN ESTE CHANGUITO, Y ESTE GATITO, Y ESTE EDITOR, Y ESTE ESCRITOR DE NOVELAS ROSAS...)

jueves, 2 de octubre de 2008

Con ustedes, los Yeahs (post 1,401 y buenas noches!)



(BUT DON'T BE SCARED OF LOVE)

El Nobel

Es el premio de literatura más conocido en todo el planeta. Cada año lo gana quien aparecía con menor frecuencia ya no en los pronósticos, sino en la imaginación de los quinielistas. Casi nunca me importa: gracias al Nobel descubrí la existencia de gente tan importante hoy en mis libreros como Imre Kertész, un húngaro de una profundidad intelectual y emocional tan extraordinaria que es capaz de hacer hermosa la reflexión del Holocausto, sólo para obligar a que el lector admita la infinita fealdad del tema. O sea: el asunto me importa.

Toooodos los años, el Nobel mueve a notas y notas. Doris Lessing lo obtuvo la vez anterior. Declaré mi gusto por su novela Mara y Dann y punto. No la he leído de nuevo en este último año. Y qué. Tampoco leí a Gao Xinjiang sólo porque ganó el Nobel. Sí a Orhan Pamuk, cuyo Me llamo Rojo es una de esas novelas que son novelas. Pinter, sí. Jelinek, sí. Coetzee y Naipaul, oh, sí. Saramago, no tanto, gracias. Grass, fíjate que no tanto. Fo, sí mil veces. Y así por el estilo.

Las notas de estos días dicen que Claudio Magris ganará el premio. Yo me lo dudo y, al mismo tiempo, me parece que ya va siéndole hora. Allí están el eterno Adonis, un poeta sirio tan famoso que nadie lo ha leído. Luego están tres estadunidenses básicos que parece que jamás serán premiados: el omnipresente Philip Roth, cuyo nombraría honraría al Nobel más de lo que ningún premio podría honrarlo a él, y Joyce Carol Oates y Don DeLillo. Hay que contar a Haruki Murakami o a Amos Oz. Uno se preguntaría: ¿y John Updike? ¿Y Thomas Pynchon? ¿Y algún día tomarán en serio lo de premiar a Bob Dylan? Ay, que no sea ésta tal ocasión...

De Magris hay que leer El Danubio. Del Nobel de este año hay que leer sobre las declaraciones del presidente de la Academia.

Yo me voy a leer a casa. A Moliére.

Moliére nunca ganó el Nobel.

(MIAU!)

Fierros en el cerebro

El piercing cerebral es esa clase de curiosos descubrimientos del ocio que, en los 80, sólo habríamos atribuido al manga o a la ciencia ficción. Hoy nos damos cuenta que la realidad no es que supere a la ficción, sino que la realidad es bastante más asquerosita y tiene pésimo gusto.

Yiack, digo yo.

(HANNIBAL LECTER, SAVE US!)

Una palabra sensacional

Locura:

f. Pérdida o trastorno de las facultades mentales.

1. Imprudencia, insensatez.
2. Entusiasmo, interés, sentimiento, etc., exagerado o muy intenso.
3. con locura loc. adv. Mucho.


Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid

(MIAU)

miércoles, 1 de octubre de 2008

Sara



Este blog descubrió recién la divina existencia de Sara Casasnovas, actriz española, hoy en una telenovela y más guapa que beber vino tinto y fumar en pipa mientras uno toma un baño en un jacuzzi. Hace una telenovela en España, que transmiten actualmente. La buscaré y la veré.

(GRACIAS, FELIPE. AHORA, ¡A TRABAJAR!)

Hed


La traducción más adecuada de Hedwig and the Angry Inch sería Hedwig y la Pulgada Furiosa. Buscándola así, me encontré con información sobre el show en Perú, de apenas 2005. No hay demasiada, pero me emociona. Aquí hay una buena notita. Y aquí, un par de fotos de funciones de Hed en Lima. en el YouTube encontré, además, a John Cameron Mitchell en el Defe, el año pasado.

Quiero tantísimo a Hedwig...

(SIX INCHES FORWARD, FIVE INCHES BACK!)

L'amour est enfant de Bohème: il n'a jamais, jamais connu de loi...

Si tu ne m'aimes pas, je t'aime: si je t'aime, prends garde à toi!



(L’OISEAU QUE TU CROYAIS SURPRENDRE BATTIT DE L’AILE ET S’ENVOLA... L’AMOUR EST LOIN, TU PEUX L’ATTENDRE; TU NE L’ATTENDS PLUS, IL EST LÀ!)

Día de cantar con Hed



(AND, IF YOU GOT NO OTHER CHOICE...)

Dependencia

Angustia de la sensación que experimenta quien cree que no puede tener lo que ya le pertenece.

(GRACIAS, GRACIAS)

Resulta que conocen a Van Zorn en

1. El laberinto americano.

2. Sothsayer.

3. En Aven Fénix no conocen a Van Zorn, pero sí dan clases de seducción. Es neta.

También resulta que una madre adoptiva mató a sus hijos y los congeló por meses, y que existe una portada de disco como ésta.

(TENGO SUEÑO)

martes, 30 de septiembre de 2008

El asco

Cada imagen, cada nueva noticia sobre Morelia, cada nombre de un muerto, y me asalta la indignación de quien se enfrenta al peor de los hallazgos: esto lo hacen seres humanos. Pero los videos con las declaraciones de los sospechosos de lanzar las granadas el 15 de septiembre me revuelven el estómago: una náusea inaudita ante la indiferencia que un hombre cualquiera puede esgrimir en forma permanente ante el universo que lo circunda. Me embarga el asco: el asco, el asco profundo contra cada muerte infligida en violencia, contra cada acto de comercio en contra de la vida, contra cada inocente al que alguien quiso simplemente quitarse del camino.



¡Justicia, caray! Éste no es mi mundo y, si lo es, entonces emplearé contra todo él este asco. ¡Justicia!

(¡RESISTE, MORELIA!)

Compromiso personal

Que sólo el amor alimente al teatro.

(+)

Miguel Córcega, pareja de Luisa Huertas

Fallecido el domingo, este martes fue sepultado el actor y director Miguel Córcega, dedicado principalmente a las telenovelas. Era pareja de la actriz Luisa Huertas, a quien conocí, recientemente, como mi maestra, en el Distrito Federal. No hace cinco semanas, ella estaba contándonos a los eleleutas acerca de cómo su hombre la había hecho feliz, resistiéndose a la muerte. Vale la pena tantísimo amor.

Todo el mundo se inclina ante el amor, Luisa. Que halles muy pronto paz.

Gracias por todo tu amor, por toda tu vida.

(PARA ESTO, PARA EL AMOR, HEMOS DESCUBIERTO LO QUE SOMOS: LA MUERTE ES COMO ES; SÓLO LOS HOMBRES CAMBIAMOS)