sábado, 2 de mayo de 2009

Jennifer

Conozco a alguien que opina que Jennifer no es tan bonita.




No me lo explico.

(¡TINÚVIEL, TINÚVIEL!)

Notas

1. Una padrísima de El País sobre influenza, higiene y civismo en México.

2. Unas suecas muy raras. Las rusas eran guapas: ¿recuerdan a TaTU o a Ana Ivanovic?

3. Medios de comunicación y crisis (y más crisis, y más crisis...).

4. Más influenza: el impacto en la economía mexicana. Gulp.

5. El Congreso español se pelea con el mismísimo papa. Qué bueno.

6. ¡Y la genial Toni Collette!

(Y MÁÁÁÁAÁÁS CRISIS...)

jueves, 30 de abril de 2009

Un blog sobre Jardiel

En estos días, en que los idiotas brotan como hongos, protegidos por el calor, y que los burócratas del país y los empleados del periódico donde trabajo se dedican a facer folganza, hay varias cosas lindas que hacer —que no precisan esta época, pero que surten un efecto fantástico. Una de ellas es leer a Enrique Jardiel Poncela, escritor español de la primera mitad del siglo XX, a quien, como los demás grandes humoristas. el mundo jamás terminará de merecer. Vaya y busque libros, no espere que yo se los pase. O visite este blog para darse un quemón, que está muy bueno, pese a que los posts son larguísimos.

Jardiel es la onda, querida lectora, querido lector. De verdad. No sabe usted cómo lo quiero yo.

(NO SÉ QUÉ ESTÁ HACIENDO USTED AQUÍ, SI YA LE DIJE QUE HAY OTRO SITIO QUE SÍ VALE LA PENA LEER)

Niños odiosos

No todos los niños son simpáticos. De hecho, yo conozco varios odiosos. Esta lista de Milenio (tan pocas veces gracioso) es un hallazgo utilísimo de diez auténticos yunquecitos.

(Y, ¿CRECIERON?)

Tres cosas con influenza


1. Unas playeras que, a decir verdad, están muy chistosas.

2. Un diario de Rossana Reguillo que, como siempre, es muy interesante.

3. Una receta para hacer desinfectante de manos. Francamente, me preocuparía andar buscando carbopol de tienda en tienda.

(OINC)

miércoles, 29 de abril de 2009

martes, 28 de abril de 2009

Zero, con Karen O

Cada vez me gustan más los Yeahs, pero cada vez los hallo más fresas. Como sea, Zero, el primer video de su nuevo disco, está bien bonito.

Yo muero por ti, oh, Karen, oh, Karen O.

(OOOH!)

lunes, 27 de abril de 2009

La influenza y el mal gobierno II

Este post se llama así por este otro. Según entendí, la culpa es de los gringos, el Fondo Monetario Internacional, Bush Jr, las farmacéuticas que, no satisfechas con ser capitalistas, además quieren hacer negocio; Felipe Calderón (¡cómo no!). El virus está coludido con lo que ahora llaman los poderes fácticos. ¡Ah!, cómo olvidarlos: los medios de comunicación, que SIEEEMPRE son remalos. Ajá. Mjm.

Con todo respeto, cojan un klínex y suénense el cerebro.

1. El Astillero de La Jornada.

2. Uno de 2005, sobre la epidemia de influenza aviar.

3. Gómez Leyva acerca de la reacción del Estado y la dictadura sanitaria.

4. Braulio Peralta, casi siempre más sensato que los demás columnistas de Milenio, y ya no digamos de La Jornada.

5. Y, más inteligente que la enorme mayoría de la gente que escribe con el estómago y sólo usa el bolígrafo para escarbarse las orejas, Jesús Silva-Herzog Márquez.

(¡LOS GRINGOS SON BIEN MALOS!)

Do you realize?

Los oklahomenses votaron a Do you realize?, de los Flaming Lips, como la canción himno de su estado. No todos están contentos con la elección. A mí, que no soy oklahomeño ni nada por el estilo, me da igual; sólo me parece un tema algo cursi, pero es definitivamente mejor que aquello de "Guadalajara, Guadalajaraaaaaaaaaaa, hueles a pura tierra mojada".

Chale.

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(AUNQUE, SI LA CANTARAN LOS FLAMING...)

"Toma nota, Iván, que lo tienes que postear"

1. ¡Shakespeare! Y, en Guadalajara, ni un puto Shakespeare con qué curarnos de la enorme cantidad de textos horribles con que nos regalan. ¡MONTEN A SHAKESPEARE! Si sigue vigente, por algo ha de ser, que precisa mayor inteligencia que las nuestras, ¿no?

2. Una columna muy interesante. No como otras que publica Milenio.

3. De algún modo, cuando leo al defensor de los lectores de mi periódico rabio gravemente por los defectos de mi periódico... pero pienso que es un problema colectivo. Esta vez, no puedo sino pensar que hubo un problema cuya explicación es una sola persona. Qué pena, caray.

4. ¿Miedo? Cálmese. Y luego, para alimentar su miedo, pero mejor: su necesidad de dudas que lo lleven a usted a pensar, lea esto: "Éste es un virus nuevo no sólo para los humanos, sino para el mundo".

(LEA Y PIENSE, CHINGADO)

Un recuerdo (proverbio chino)

Ninguna esperanza muere: cambia y, entonces —esto es lo complicado—, pone de cabeza el mundo.

(SNIF: TA-WÁÁÁÁÁ!)

domingo, 26 de abril de 2009

La influenza y el mal gobierno


Me revienta la frecuencia con que comienzo a escuchar teorías de la conspiración acerca del brote de influenza que azota al país esta semana. De repente, medio mundo está seguro que hay algo malévolo y sospechoso en esta epidemia: el gobierno nos obliga a meternos a la casa para cocinar sus embutes y transas tranquilamente y convencernos, luego, ablandados los cerebros con partidos de futbol y telenovelas, de que, habiéndonos salvado del azote, se merece nuestros votos.

Recuerdo que, cuando se mató Mouriño, todo el mundo fue incapaz de creer que hubiera sido un accidente: por necesidad, debía ser un asesinato, un atentado urdido desde las esferas más altas del poder.

Tengo la cruel sospecha de que, o quizá me estoy perdiendo el 90 por ciento de la película porque soy el único que no la entiende, o quizá me topo con demasiados idiotas, demasiado a menudo.

El DF está en pánico, y no es para menos (¡ha de ser culpa de Ebrard!); tanto, que se está pensando en parar el servicio del transporte público, ¡en una de las ciudades más grandes del continente (seguro es Diego Monraz, ah, ese turbio panista, que quiere venderle el Macrobús de Emilio al gobierno chilango)! ¿Qué sí me inquieta? Esto: el decreto de la Segob para combatir la influenza, con el obvio, pero no por eso menos temible, aviso de que habrá que allanar casas particulares si la ocasión lo amerita (¡vean V for Vendetta, relean 1984, cuídense del mal gobierno, wé!). De todos modos, no sé si alguno de los zopencos que se imaginan al DF convertido en territorio de Resident Evil se ha puesto a leer el protocolo de la OMS: la cosa no es malita, sino gravísima (no mames, o sea, ¿qué es la OMS, wé? O sea, son puros empleados de los gringos, wé; la pinchi ONU no sirve de nada, wé). Para no irse lejos de casa: me parece grave el reducidísimo cerco sanitario que la Secretaría de Salud Jalisco instaló en la Central Nueva. Eso también es grave (wé, es pura mentira, wé, no está pasando nada, wé, ni es cierto, wé, yo llegué ayer de Nueva York y pasé por el Defe y no vi nada, wé).

No critico el instinto suspicaz: en este país, necesitamos sospechar de las cosas para empezar a pensarlas; si no, no reflexionamos jamás acerca de ellas: no hacemos inteligibles nuestras dudas. Lo que critico es la descalificación de una crisis porque nos parece que tenemos motivos suficientes para sospechar que alguien se la inventó. ¿Qué no hay 81 muertos por presunta influenza? ¿No deberían, 81 muertos, al menos en lo que se confirman o descartan, bastarnos para convertir la sospecha en una herramienta de duda e inteligencia, en lugar de convertirla en la única realidad posible?

Pero, a lo mejor, el equivocado soy yo...

Ya lo veremos.

(AGH!)