viernes, 3 de julio de 2009

Cerdos, sucios ladrones, panda de ladrones sinvergüenzas

Seis, nueve años de Congresos secuestrados por los ladrones profesionales de los partidos políticos, sus diputados, y no aprendemos. No aprendemos. ¿Ya vio usted el descaro al que llegaron los diputados locales de Jalisco para decidir cómo usarían al Instituto de Transparencia? ¡Esta gente nos cobra para producir esta clase de porquerías!

Yo anularé mis votos al Congreso federal y al Congreso de Jalisco. Al carajo, todos ellos: los partidos secuestraron el sistema político que creíamos confiable. Estamos en pañales como ciudadanos, como profesionistas, como intelectuales, como participantes del orden democrático. Permitimos esa clase de cosas y nos merecemos esta clase de respuestas. ¡Chinguen a sus madres, señores diputados!

Fidel, ¡sálvanos!

Aprovecho para colar mi alegórica columna de este viernes, Danza macabra, que, más o menos, se vinculaba al tema.

Iré a encabronarme a otro lado. Cómper.

(AAARGH)

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