domingo, 9 de agosto de 2009

No puedo ir contigo

Como uvas. Estoy leyendo una novela de Pérez Gay sobre la senilidad de sus dos padres, la Ciudad de México que se le perdió y su propia vejez. Por supuesto, recuerdo aquel cuento de Julian Barnes sobre sus padres ancianos que se divorcian cuando él se enamora de otra mujer, con la que se mudará para ser maltratado a los golpes. Lo impresionante es que escucho The dark side of the moon de Pink Floyd y, por un extraordinario día, todo junto, relato y vetusto álbum, tiene sentido.

Debo ir a la calle.



(THE SUN IS THE SAME IN THE RELATIVE WAY, BUT YOU'RE OLDER)

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