
El joven lector era feliz mientras leía The first 90 days, de Michael Watkins. Era tan feliz que ya iba como por el día 50. Todo, gracias a que viajaba a las 8:30 am en el Tren Ligero. De otro modo, no se puede, pues.

Nunca supe qué reservado libro leía esta feliz señora, pero se concentró tanto en el libro que dije de inmediato: "Ella es feliz". Eran las 11:40 am y viajábamos en el Tren Ligero.

(LA FELICIDAD ES ESA COSA QUE EN ESTE MOMENTO YA NO TENEMOS)
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