viernes, 28 de noviembre de 2008

Engripado, Wylosz está de ocioso.

duérmete conmigo
trae a mí el sueño en tus brazos
que el reposo y la cura al cansancio lleguen a los dos mientras tu piel
borra las cicatrices de los días en que no te tuve
sé tú mi almohada y mi cobija. sé tú la brisa fresca y la tibieza
piérdete en mí
sé quien consume en mi vida las luces todas
y regálame la oscuridad en que nos suspendemos
cuando sólo tus manos son guías suficientes
para volver al día.


(OH, SI ALGUIEN LE METIERA UN TIRO, UN TIRO SOLO...)

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