Alrededor de las 07:00 horas, a la salida del Tren Ligero hay decenas de personas esperando al transporte que ya viene lleno, en medio del tráfico y con poca vigilancia de la Policía Vial
GUADALAJARA,
JAL (31/MAY/2013).- Imagínese tener que competir con otras 30 personas cada vez
que quiere subirse a un camión que ya va lleno. Ése es más o menos el panorama
cotidiano de quienes buscan transporte en la primera “hora pico” del día por la
parada del camión de Periférico Sur y Colón, a la salida del Tren Ligero.
Cuando apenas
sale el sol, el escenario de esta parada de camiones ya es el de una dura y
hasta riesgosa competencia. Por Periférico Sur y Colón rumbo a López Mateos cruzan
al menos seis rutas distintas del transporte público metropolitano, pero entre
06:30 y 08:00 horas don unidades que ya vienen llenas y siguen su recorrido
todavía más atestadas. En la larga banqueta esperan decenas de personas.
El problema es
que se trata del Periférico, una vía con tráfico ligero y pesado al mismo
tiempo. Y que, aunque la parada oficial está instalada en una lateral de dos
carriles y con banqueta que debería ser segura para los peatones, hay tal
competencia por subirse a un camión que las personas “persiguen” a los
vehículos hasta que se detengan.
Pero, además, para
evitar el tráfico, algunos choferes deciden usar los carriles interiores del
Periférico para subir pasaje: muchos pasajeros corren y cruzan al camellón
intermedio para alcanzar camión, pero tienen que pasar en medio de carros,
midibuses y camiones.
Colón, uno de los cruceros más peligrosos del Periférico
Mariano Otero y Obsidiana, el crucero más peligroso (2013)
Periférico y López Mateos es el cruce más peligroso (2011)
Factores que agravan el problema
1. El sitio es
la salida del Tren Ligero, para el cual también es hora pico: llega lleno al
Periférico Sur y vuelve a irse lleno.
2. El tráfico
del Periférico y las avenidas que llegan hasta él produce embotellamientos
cotidianos.
3. Aunque hay
pasos peatonales instalados, los usuarios sólo los utilizan para cruzar
Periférico de un lado a otro.
4. La
competencia por el pasaje se da incluso entre camioneros de la misma ruta. Es
muy frecuente que los pasajeros suban en doble vía.
5. Hay poca
vigilancia de la Secretaría de Movilidad.
Un problema
extra: son tantas las rutas y tan grande la demanda, que es como si la parada
del camión afuera del Tren midiera unos 50 metros, es decir, toda la longitud
del Periférico entre el carril Norte-Sur de Avenida Colón y el carril
Sur-Norte.
Así, uno puede
subirse al camión de cualquier ruta en la entrada de la estación del Tren o
correr para alcanzarlo en el puente peatonal que está 50 metros abajo, a la
altura del puente peatonal que lleva al centro comercial al otro lado del
Periférico.
Nadie hace fila
Desde que los
vehículos del transporte público están obligados a circular con las puertas
cerradas, los pasajeros saben que el deporte de viajar en camión en esta ciudad
tiene un factor extra de dificultad.
En Periférico
Sur y Colón, entre 06:30 y 08:00 horas, es difícil conseguir lugar en los
camiones que ya llegan llenos. Cuando uno de los vehículos se detiene ya hay
unas 30 personas esperándolo.
Nadie hace
fila, porque los camiones nunca se detienen en el mismo sitio; los choferes de
la 619 y la 380, por ejemplo, intentan pararse más o menos a la misma altura,
pero el montón de peatones que va siguiéndolos les impide estacionarse con
calma.
Estos gentíos
suelen provocar que el camión se detenga a medio carril y que casi bloquee el
segundo carril disponible. Esto provoca tráfico lento para los vehículos que
vienen detrás, y en muchos casos se trata de más camiones, ya perseguidos por
quienes quieren utilizarlos.
Las rutas 619
y 380 hacen largos recorridos por el Periférico y suelen llegar ya abarrotadas
a la estación del Tren. No obstante, choferes y pasajeros se las ingenian para
que quepa más gente. Por la mañana eso significa 50 o 60 pasajeros. A veces
más, opinan algunos.
Alrededor de
las 06:30 todavía es fácil subir a camiones que, con suerte, llevan uno o dos
asientos libres, pero Mario González, empleado de una empresa empacadora
ubicada en Periférico Poniente y cliente diario de la 380, dice que, si llega
un ratito más tarde, puede estar hasta 20 minutos esperando un camión.
“Pasan todos
ya llenos, llenos, y te tienes que aferrar y correr para subirte; y luego, ya
adentro, tienes que pasar en medio de los demás para que te dejen bajarte. Ahí
sientes todo el calor humano”.
Antes de que
se prohibiera viajar con puertas abiertas, era común ver a pasajeros que
viajaban colgados de la puerta, “volando” por el Periférico. Hoy eso ya no es
posible, aunque los choferes de las unidades más viejas —como ocurre con
algunos camiones de Santa Anita y Tlajomulco— suelen olvidarse de esa norma.
Pero lo que sí
es común es asomarse a los camiones que arrancan para seguir el camino y ver
espaldas aplastadas contra las puertas: los pasajeros viajan compartiendo los
escalones de subida y bajada, el espacio junto al chofer, cualquier vacío
disponible. Al grito ritual: “¿Ya subieron? ¡Ahí va la puerta!” le sigue el
fracaso de algún pasajero que no alcanzó a meterse al camión y debe bajarse
para esperar el que sigue. A veces a alguien se le queda la mochila por fuera
de la puerta.
Las rutas que cruzan la zona
Las observadas en el lugar
·
619. Oficialmente, tiene ocho derroteros distintos; seis cruzan
Periférico Sur y Colón.
·
380 y 380-A.
·
Ruta 1 de Tlajomulco.
·
Ruta 185-Roca.
·
Ruta 186-A, dos vías: López Mateos y El Mirador.
·
623 A-C.
·
709 de Premiere.
LEER
Responsables
de paradas, tres autoridades. http://www.informador.com.mx/jalisco/2012/383602/6/responsables-de-paradas-tres-autoridades.htm
Carlos
Enrigue: “Cosas a considerar cuando se viaja en camión”
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