sábado, 4 de abril de 2009

Blog entero, completo y dedicadísimo...

...sobre Silvio Rodríguez.

La verdad es que eso es un fan, ¿no?

(OIGA USTED, ¿Y MÁS O MENOS CUÁNTAS HORAS AL DÍA DEDICA A GLOSAR LAS CANCIONES DEL SEÑOR RODRÍGUEZ?)

2 comentarios:

Alexa M. dijo...

"¿Y MÁS O MENOS CUÁNTAS HORAS AL DÍA DEDICA A GLOSAR LAS CANCIONES DEL SEÑOR RODRÍGUEZ?"

...misma pregunta para Iván González Vega.
Tiempo para Pino, tiempo para el trabajo, tiempo para el blog, tiempo para el teatro, tiempo para facebook, tiempo para escribir libros´, poesía, tiempo para ver youtube, tiempo para revisar los titulares, tiempo para hacerle seguimiento a otros blogs, tiempo para ver películas...
!

Iván González Vega dijo...

Uuuuuuuy, pos yo nomás decía. Queda el bonito matiz de que a aquel señor le gusta Silvio (yo tengo un tono de voz parecidón, jejé), y ¿qué más habría sino escribir libros y poesía? Con eso me sentiría feliz, pero ¡ni un maldito libro entero! ¡Ni una obra completa! Se me atoran los textos a la mitad del camino y nomás no llegan a fin. Los asesino por deformes, con espartana disciplina, que echa luz sobre la oscurecida esterilidad de mis intentonas. Pino merece mi tiempo. El Feis no es indispensable. Youtube me toma cinco minutos o más diarios. Titulares, debo leerlos por disciplina y práctica profesional (demonios, ¡visito dieciséis periódicos al día!), y los blogs los visito muy de vez en cuando.

Las claves: leo rápido, aprendí a usar el teclado cuando tenía siete años, puedo acelerar los procesos mentales sin demasiada dificultad. Ahora mismo escribo un comentario en este blog; pero también vigilo al Pino que se come una bolsa de Soriana, avanzo en los diálogos de una obra, escucho a Morrissey y pienso en el video que buscaré en un ratito en el Youtube y, en mi browser, están abiertos tres reportajes y una nota de El País y otra de El Universal.

Deberían conectarme ya a una computadora: así, convencido de lo que he perdido, huiría en pos de un sitio donde no se hubiera oído nunca la palabra Internet... para empezar a extrañarlo...

¡QUIERO ESCRIBIR!