viernes, 26 de octubre de 2007

Murió Lloyd Alexander

El papá de Taran. Snif, snif y otro snif
Me entero medio año después, cuando los huesos del buen don Lloyd deben haber alcanzado ya ese grado curioso que hay entre el azoro y la resignación y la serenidad, que el señor se ha muerto (leer aquí, aquí y aquí y aquí también, pos qué chingaos). Tenía 83 años y fue el autor, entre otras cosas, de las Crónicas de Prydain, un grupito de cinco lindísimos relatos de los que salió la fallida película El caldero mágico de Disney. Disneyes aparte, es hora de alzar la copa por el señor y desearle a sus huesos que estén en paz: sepa que cada historia es la historia de todos, que somos el mismo, que si ha muerto él estamos muertos todos, pero estamos vivos y brindando a su salud y, por lo tanto, con las espadas en alto, él está vivo.

No se levante, señor Alexander.

No se levante.

En serio.

(¡QUE NO!)

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