En el mundo pasan cosas muy jodidas y pestilentes. Cosas muy jodidas. Este álbum de El Mundo da cuenta de la bronca del sida en Kiev, capital de Ucrania. Hay sitios y gente donde la cosa va peor, seguro. Lo que me molesta es la frivolidad con que podemos abordarlo cuando nos interesa poco fijarnos en el tema. Bebés con sida, por ejemplo: uno lo piensa y son números fríos, estadísticas que hacen levantar la deja de asombro preocupado, "ay, qué horror". Pero son bebés con sida, carajo. Bebés con sida.
Y yo haciendo teatro, y quejándome porque con mi trabajo se me dificulta estudiar. No me extraña que el catolicismo se aproveche de los miedos de la gente: ¿cómo va uno a llegar a viejo tranquilo, sin tener en qué descargar sus temores?
(EL REDACTOR DE ESTE BLOG PASA POR UN MAL DÍA: PERDONARLE)
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