Algunos blogs

1. La Fama Fatal, de Carranza.

2. Gervasio Montenegro. Está inactivo el blog, pero el último post tiene fotos de varia gente que conozco. El Víctor, entre ellos. ¿Por qué me encuentro blogs así?

3. Un chavo que se llama Hammurabi comenta y recomenta el Festival de Cine de Guadalajara.

Y, ahora, una lección sobre los blogs:

la gran mayoría de los blogs son obscenos: exhiben la intimidad de quien los escribe cuando debería quedarse en su sitio —oculta y reservada, condenada a la perpetua contemplación del autor por sí mismo—. No interesan a nadie más: interesan a quien los hace. Y por eso, cualquiera se siente con derecho de arrancar uno y llevarlo hasta el final. ¿Cuántos escriben, por allí, blogs para los demás? ¿Cuántos, para los lectores del mundo? ¿Cuántos, para un lector-imprevisto-que-llegará-un-día? ¿Y cuántos se escriben para uno mismo?

La otra cuestión importante es: ¿cómo escoges qué blog leer? Te aparece un día, por accidente, porque en una búsqueda o en un periódico o en otro sitio te lo linkearon y te asomaste a ver. No pasa nada. Te sales y ya, si no te gusta. Pero veamos: el número 4 de la lista de este post debería ser este blog, que no me gusta (ofrece, de hecho, una de las lecturas menos relevantes que he encontrado nunca acerca de la película Wonder boys; y ya, no pasa nada: me salgo y punto), pero cuyo autor ha linkeado tal cantidad de blogs conocidos que, debo asumir, le deben robar todo el tiempo del mundo cuando los revisa. Por ejemplo: 5. Un tipo con el que tampoco estoy de acuerdo en nada (qué divertido) pero que se bautizó el blog Zeligmanía. O 6. un blog sobre la película Casi divas que ya sé que no veré. ¿Los conocerá todos? Por supuesto no espero que sea así. Pero estoy ante el dilema, ahora mismo, de decidir si me asomo a revisar blogs linkeados por alguien cuyo blog no me gusta. ¿No se supone que debería evitarme tal práctica, precisamente?

En materia de blogs, no hay nada escrito.

Seguro que alguien un buen día se hace un blog allí al respecto.

Y que me lo voy a encontrar.

(CON SU NYLON TE HIPNOTIZA, Y SUS MIL Y UNA ESTRELLAS)