miércoles, 16 de abril de 2008

¿Cómo no pasa esto en México?

En Chile le pegaron durísimo a la ministra de Educación de la presidenta Bachelet: la mandaron a casa, castigada por mala administración de recursos públicos, inhabilitada para ejercer cargos públicos durante cinco años. El gobierno de la presidenta socialista está que trina, pero no pudo hacer nada contra esta "venganza política", como la llamó. Eso de las venganzas políticas acá es pan de todos los días, donde gobiernan los presidentes y líderes locales de cada partido, y no los gobernadores, alcaldes, legisladores, magistrados ni ministros. De hecho, los diputados federales y locales del país tienen a bien obedecer a su líder de partido, que puede o no ser el gobernador, pero que en última instancia es el que decide qué le conviene a la gente. Lo que no ocurre nunca es que la oposición (en el caso de que más o menos exista de hecho) llegue a remover a secretarios de gobierno cuando encuentra argumentos legales suficientes para eso: acá prefieren negociar para obtener prebendas. Como si chantajearan al gobierno en turno, pues.

Chilenos: siento un horror este episodio de revanchismo. Pero piensen que lo menos peor que ha ocurrido es esto: han visto trabajar a la oposición de su país. Acá en México, "oposición" es una rareza, una curiosidad, una palabra que nada tiene que ver con la vida política cotidiana.

(SHIT, SHIT, SHIT)

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