martes, 30 de septiembre de 2008

El asco

Cada imagen, cada nueva noticia sobre Morelia, cada nombre de un muerto, y me asalta la indignación de quien se enfrenta al peor de los hallazgos: esto lo hacen seres humanos. Pero los videos con las declaraciones de los sospechosos de lanzar las granadas el 15 de septiembre me revuelven el estómago: una náusea inaudita ante la indiferencia que un hombre cualquiera puede esgrimir en forma permanente ante el universo que lo circunda. Me embarga el asco: el asco, el asco profundo contra cada muerte infligida en violencia, contra cada acto de comercio en contra de la vida, contra cada inocente al que alguien quiso simplemente quitarse del camino.



¡Justicia, caray! Éste no es mi mundo y, si lo es, entonces emplearé contra todo él este asco. ¡Justicia!

(¡RESISTE, MORELIA!)

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