martes, 17 de febrero de 2009

Un tontito que habla mal de Morrissey

Hay tipos que sienten que se distinguen cuando exhiben su cualidad de pobre diablo, como si fueran capaces de decirle a alguien más: "Oh, mírame: soy patético y apeno, pero soy mejor que tú". Y están seguros que los demás los leemos, sentimos por dentro una vergüenza inconfesable y nos revolvemos de envidia, anhelando poseer un porcentaje siquiera de sus talentos o su inteligencia.

El pobre diablo del día es un tipo que escribe un blog sobre música para El Mundo, y hoy ejerce su derecho a la verborrea onanista hablando mal de Morrissey. Uno piensa, primero: si tanta pereza le produce, ¿para qué se ocupa de él? ¿Para que no se diga que es incapaz de rebajarse a los niveles de lo comercial que suena en restaurantes? Pase. Que todos tienen perfecta libertad de declarar a Morrissey un animal y una bestia, si place a sus mentes enanas. ¿Que siempre le ha parecido que confesarse fan de Morrissey es un signo de debilidad? Pase. Todo pase. Que pase, que no volveré a pasar por su blog maloliente un solo día.

Que lo folle un pez y después todo el cardumen.

(JA!)

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