Es que anoche vi
El apartamento de Wilder. No les platicaré mi idea porque me la roban. Pero la verán pronto. Oh, sí.
Pienso dos cosas: ¿cómo es posible que hubiera en el mundo una mujer con un rostro tan lindo como el de Shirley Maclaine? ¿Cómo es posible que la vejez no le quitara la sonrisa, pero sí hiciera tan distinto el rostro del gran
Jack Lemmon?Espero preguntas en mi correo electrónico.
(AY, WILDER)
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