lunes, 17 de septiembre de 2007

Tener la mente como un (bonito) costurero

Alguien tuvo un día, hace años, la maravillosa idea de burlarse de mí asegurando que me parezco a Janis Joplin. Tal ingenioso comentarista pensaba, supongo, en mi bocota y la de Janis, en mis ojitos y los de Janis, en mi voz hueca y enfadosa y la de Janis, pero no por supuesto en su fabulosa forma de cantar, o en su portentoso despliegue de energía en conciertos, o en su personalidad que hoy podría definir como la de alguien que posee una repelente gracia natural (que los fans no se muevan a ofensa, por favor).

El problema es que, por culpa de aquella asociación, yo me sueño, con cierta frecuencia, protagonizando una película sobre Janis Joplin.

Aquel que crea que me le parezco de veras, envíeme un mail de aliento. Anden. Que yo, lo que es hoy, me lo he pasado cantando en la cabeza, todo el día, aquello que dice:

You can go all around the world
Tryin´ to find something to do with your life, babe,
When you only gotta do one thing well,
You only gotta do one thing well to make it in this world
Babe, you got a woman waitin´ for you there
All you ever gotta do
Is be a good man one time to one woman
And that´ll be the end of the road, babe!



Seguiré cantando. Eso, ni mis peores sueños me lo pueden quitar.

Cómper.

(CRY, CRY, BABY!)

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