Los chingados Cuervos de Baltimore: para eso me gustaban. ¿Qué onda con esas yardas extra? ¿Qué onda con esas faltas justo cuando menos hacían falta? ¿Qué onda con los dientes de Brady? Si iban a tumbárselos, ¿por qué no los tumbaron y se dejaron de tonterías.
Si llegan invictos, carajo. Pero maldita sea, Baltimore: de aquí en adelante, no confío en ti.
Mala onda.
(LOS VENCEREMOS EN LA FINAL DE CONFERENCIA AUNQUE SEA LO ÚLTIMO QUE HAGAMOS, ¡LO ÚLTIMO QUE...! BUENO...)
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