miércoles, 5 de diciembre de 2007

¿Se siente usted viejo, igual que yo?

Cuando era más joven viajé en sucios trenes que iban hacia el norte y dormí con chicas que lo hacían con hombres por primera vez. Compraba salchichas y olvidaba luego pagar el importe. Cuando era más joven me he visto esposado delante del juez. Cuando era más joven cambiaba de nombre en cada aduana, cambiaba de casa, cambiaba de oficio, cambiaba de amor. Mañana era nunca y nunca llegaba pasado mañana. Cuando era más joven buscaba el placer engañando al dolor.

Dormía de un tirón cada vez que encontraba una cama. Había días que tocaba comer, había noches que no. Fumaba de gorra y sacaba la lengua a las damas que andaban del brazo de un tipo que nunca era yo.

Pasaron los años, terminé la mili, me metí en un piso, hice algunos discos, senté la cabeza, me instalé en Madrid. Tuve dos mujeres, pero quise más a la que más me quiso; una vez le dije: "¿Te vienes conmigo?", y contestó que sí. Hoy como caliente, pago mis impuestos, tengo pasaporte, pero algunas veces pierdo el apetito y no puedo dormir y sueño que viajo en uno de esos trenes que iban hacia el norte. Cuando era más joven la vida era dura, distinta y feliz.

Dormía de un tirón cada vez que encontraba una cama. Había días que tocaba comer, había noches que no. Fumaba de gorra y sacaba la lengua a las damas que andaban del brazo de un tipo que nunca era yo.

(DEL VIEJITO DON JOAQUÍN, PUECH)

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