miércoles, 23 de enero de 2008

Autopsia

Curioso que el cuerpo deba decir lo que no quería decir antes. El de Heath Ledger ha dicho muy poco para formarse conclusiones sobre lo que Heath Ledger se llevará finalmente a la tumba, quizá con la idea de que fuera un secreto y punto. Por todos lados hay versiones nuevas y artículos sobre su muerte (el padre ha citado a Tennyson pero, ¿lo ha hecho bien? Lo ha hecho bien). El Daily Mail inglés aprovechó para consultar a una fuente anónima que sostiene que Heath vivía en un estado parecido al de la depresión comatosa de quien ha perdido lo que quería, sigue haciendo lo que sabe hacer y no tiene ningún motivo en la vida salvo el de aguantar para ver a su hija los fines de semana. Quién sabe. Jack Nicholson dice que le advirtió que tuviera cuidado con las drogas. Otros recuerdan que usaba heroína y que, en los últimos meses, su trabajo con Chris Nolan haciendo al Guasón y con Terry Gilliam lo tenía agotado.

Sospecho que Heath en realidad no quería decir nada de esto. Quería quedarse con varios secretos. Callarse lo que él sabía, por lo doloroso o penoso o molesto, ve tú a saber. Ya no podría decirlo, aunque quisiera. Ya no puede querer.

Se ha hecho el silencio.

Lo demás sólo es ruido.

(MALA ONDA)

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