Gracias al Tan gachos de Liliana Felipe (cómo adoro a esa vieja, señora: yo la amo), descubro algunos tangos para amar:
1. "Ninguna", de Homero Manzi y Raúl Fernández Siro. No habrá ninguna igual, no habrá ninguna, ninguna con tu piel ni con tu voz: tu piel, magnolia que mojó la luna; tu voz, murmullo que entibió el amor... no habrá ninguna igual: todas murieron en el momento que dijiste adiós.
2. "Esta noche me emborracho", de Enrique Santos Discépolo. Acá, con Gardel. Y pensar que hace diez años fue mi locura, que llegué hasta la traición por su hermosura.
3. "Malena", que no la canta ella en ese disco, pero es de Homero Manzi, el mismo de "Ninguna". Yo no sé si tu voz es la flor de una pena, sólo sé que, al rumor de tus cantos, Malena, te siento más buena, más buena que yo.
4. Y me acuerdo de "Volver", de Gardel, bien cantado por la señora que dobla a Pé Cruz en Volver de Almodóvar: Estrella Morente. Volver, con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien; sentir que es un soplo la vida: que veinte años no es nada, que es febril la mirada...
5. Y luego, una nomás de ella, de la méndiga y recusca bruja que es doña Liliana, la bendita Liliana Felipe: "Pero no te extraño". No es un tango, pero pega pior.
6. Ay, güey: ay, ay, ayayay. Me siento obligado a rendir homenaje de un modo que yo me sé a "Rencor", que me parece que es de Luis César Amadori. Este odio maldito que llevo en las venas me amarga la vida como una condena, el mal que me han hecho es herida abierta que me inunda el pecho de rabia y de hiel.
(AHORA! AHORA MÁTENME ACÁ!)
No hay comentarios:
Publicar un comentario