jueves, 18 de octubre de 2007

Domesticar(se)

Por favor... domestícame
Detesto esos paréntesis gramáticos pronominales. Pero recuerdo esta noche, con cierto agrado, gracias a las gracias de Ana, al Zorro de El Principito. Y pienso: ¿a cuántos he dejado que me domestiquen? ¿Cuántos me han permitido que los domestique yo? Y la domesticación, ¿se perpetúa a sí misma, o se sostiene con una especie de diario cuidado?

Desgraciadamente, la desafortunada línea en castellano: "Yo soy responsable de mi rosa", es demasiado desafortunada para citarla. Así que citaré:

"Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...".

(¡AH! LLORARÉ...)

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