A Emilio González no hay quién lo pare: ¿sabe usted quiénes han padecido los efectos de que el señor, el otro día, se pusiera a mentar madres contra cualquiera que lo critique? Para nada afecta a los gobernados, a su gobierno, a su administración ni a su misma persona: Su mamacita santa es la afectada, sus hijos castos y educadísimos que podrían decepcionarse de que su padre no controle sus ímpetus y sus furores.
Chinga tu madre, Emilio. Y usted, ay indignada lectora, ay ofendido lector, lea completa la entrevista estenográfica más reciente de este burro que rebuzna cada que lo sacan a la calle.
Cada día estoy más harto de este sujeto.
(AAARGH)
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