Se llama Mercenarios de la muerte. La vi hoy en De película, por el cable, y no parece que la repetirán pronto. Pero, dioses, propicien que ocurra: no tiene madre, no paré de esperar qué nuevas cosas pasarían, no quise despegarme del televisor, y no pensé en nada que no fuera ella misma. Jaime Moreno, otro señor con cara de camionero, el Indio Fernández como guía y señor de una secta de secretas artes marciales a quien llaman el Maestro Tata, las mejores peleas de karate que ha habido nunca, asesinos del Lejano Oeste o el Cercano Oeste o un Oeste de por allí salidos de seis o siete épocas históricas distintas peleando contra maestros del shaolin capaces de las acrobacias más pasmosas, sonido superb, fotografía incontrovertible, dirección de arte de primer nivel.
Yo compraré Mercenarios de la muerte y la tendré en mi casa. Yo lo haré.
Diablos que sí.
("¿TIENES ALGUNA OTRA TONTERÍA QUE DECIR?". "¡NO, NINGUNA!")
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