domingo, 6 de abril de 2008

El iPod diabólico

1. El cuarto capricho de Paganini, va.

2. Jarvis y los tecladitos y el bajo magnífico de Babies, va.

3. Y luego, ¿esto?

Luego volví donde el olvido, mi único amor correspondido, terca pasión, dulce tormento, yo tan mayor y no escarmiento. Y, en mitad de un blues, me plantó la princesita azul.


4. Y esto:

Estuve unos instantes con las alas quietas, perdido en laberintos del "no sé, quizá, tal vez..."; sobre una nube de ésas como de acuarela, me hacia esas respuestas que no se deben hacer. Bastó ese breve tiempo de darse una tregua para sentir de pronto una traición bajo mis pies: el fuego de un relámpago quemó mis piernas; las alas se salvaron y no sé muy bien por qué.


Luis Gimmaning, mi iPod, es malévolo de veras.

(OH, I WENT WITH HER CAUSE SHE LOOKS LIKE YOU, MY GOD!)

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