"Yo estaba en una cena y ustedes están en una casa del saber, en un centro de estudios. Si yo me equivoqué es decisión de ustedes si se equivocan como yo lo hice, ofrecí disculpas porque lo hice mal y está en ustedes si son tan corrientes como yo o no llegan a ese nivel".
Es que el señor no quiere pasar un día sin darnos a entender a todos que la culpa es nuestra, que él siempre tiene razón y que, cuando se equivoca, es sólo para ejemplares efectos.
Cómo debemos adorarlo.
Leo que Beth ha recuperado el apodo número 90 millones para Emilio: desde hoy, además de ser el Góber Piadoso, es también el Góber Corriente.
(¡CHINGA A TU MADRE, CORRIENTE!)
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