¿Conoce usted el Parque Metropolitano? A que no ha ido, entonces, a visitarlo un martes al mediodía, ni se ha tumbado bajo un arbolote a comer queso (y no, no bebimos un pinot francés ligerito, porque eso sería ilegal), ni se ha quedado dormido con los airecitos de mayo.
Créame: es algo bastante chido. Hágalo con cierta frecuencia. Le mejorará el humor. Le descansará la espalda. Le circulará la sangre por las piernas y los pies. Llegará sin angustias de hambre a la hora de su trabajo. Lo pasará bien.
Ha sido un buen día. Celebro que tengo dos años de novio con mi novia. Ha sido un buen día. Lo demás son otros días. No todos merecen ser recordados.
Como posdata diré que hoy habría cumplido cien años el lindo viejito James Stewart, uno de mis favoritos actores favoritos. Remember Rear window, Vertigo, Harvey, The man who knew too much, It's a wonderful life!, The Philadelphia story, The Spirit of St. Louis o Anatomy of a murder. Lo quiero incluso en The Glen Miller story. Era un actor sensacional, un auténtico maestro del realismo sin excesos. Lo recuerda un señor de La Nación de Argentina, y en Google News hay cantidá de notas al respecto.
Lo quiero mucho, don James. Disculpe si hoy mi memoria prefiere, a ratitos, el Metropolitano.
(¡Y NO ERA UN COTE DE BEAUNE-VILLAGE, DE LOS DE LOUIS JADOT, 1998!)
1 comentario:
y a mi no se me subió ni un poquito!
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