El gobernador anda atareado con las tareas patrias, como izar la Bandera nacional frente a un montón de niños de una primaria. Luego quién sabe qué les haya hecho, pero niños y gobernador pusieron las siguientes caras:
La verdad es que qué miedo desgraciado: imagínate que te formen, te uniformen, te peinen y te digan "Tate quieto", y te pongan entonces al gobernador sonriente.
Qué miedo. Pobres niños.
(SI LO AGARRAN UNOS TRAGOS MÁS DESCUIDADO, LES SALE CON: "ESCUINCLES, DIGAN LO QUE QUIERAN: CHINGUEN A SUS MADRES")
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