Chicas mal, muuuuuuy mal

Mientras pensaba en que en el post de Miley Cyrus me faltó Amy Winehouse, me topé con una nota sobre Julieta Venegas, cuya voz no resisto y cuyas letras me hacen sangrar los oídos. Entonces recordé que detesto a Ximena Sariñana, que Pambo me produce un efecto somnífero similar al de la mosca tsé-tsé (otro de Pambo, zzz) (lástima: la chica es mona, pero, ¿por qué todas éstas se toman tan en serio lo que hacen, si se supone que son cool-cool-alivianada-mira-qué-cool-soy-nada-me-importa-lo-que-diga-la-sociedá-wé-oseahagomispropiasrolitaaaaas), y que hoy por la tarde vi una de esas cosas en la MTV que deberían obligarnos a todos a pedir perdón por nuestros pecados y a mantener gacha la cabeza y llenas las manos de cenizas: dios dios dios perdóname por postear esto de Kudai. ¿Qué les pasa? ¿Por qué existen? ¿Quién les paga? ¿Quién los compra? ¿Hasta dónde llegará su influencia? Mira que yo he trabajado con gente popera harto insufrible (ya sabes: sonrisita permanente, actitud alivianada (no, la gente de por acá diría "desenfadada"), ambiente cool buena onda no soy fresa pero soy tan lindo tan cute y tan tierno, traigo la onda consciente y amiguera, ¿sí sabes?, aplausitos, corazones rosas en la blusa), y la gente popera es insufrible. Pero Kudai es para que te metas un tiro, cojas la bala, la chupes, la cargues de nuevo y te remates con trayectoria perpendicular. RBD: ¡alguien os ha superado!


Aaaaay, Xavier Dernier: qué falta le haces a este blog.

(AAAAAAAAARGH)