Eres mi abrigo de invierno, los cielos se agitan de frío; guardo esperanza en el saco y unos terrones de azúcar. Llegas como una princesa ante su príncipe vago, ardo en la luz de tu boca, oigo Rapsodia en azul. Juntos, el uno en el otro, con las ventanas abiertas.
¿Cómo serían las ciudades en otra vida? ¿Cómo serían las ciudades en otra vida?
¿Dónde nos ha llevado nuestra forma de ser, nuestra callada locura, nuestro mágico ayer? Baila conmigo en el patio al amanecer bajo este pelo de lluvia y contraley.
Eres mi amiga de invierno, trae tu verdad a mi cama; salva, mi vida, esta noche; sálvame a mí de mi alma.
Henos aquí tan brutales como dos perros fumando, dándole origen al fuego con el ardor del amor. Y, aunque seamos triste, siempre soñamos despiertos como dos niños corriendo tras un buen día.
¿Dónde nos ha llevado nuestra forma de ser, nuestra callada locura, nuestro mágico ayer? Baila conmigo en el patio al amanecer bajo este pelo de lluvia y contraley.
(WOOOOOOOW)
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