Un muchachito de 13 años, que ni la debía ni la temía, sufrió heridas tan graves en el atentado del 15 de septiembre en Morelia, que hoy murió. Uriel murió cinco días después. Si usted ha tenido 13 años alguna vez, o tiene familiares o amigos de 13 años de edad, o un hijo de 13 años de edad o cerca de ella, piense: los asesinos que lanzaron las granadas en nuestra Morelia mataron a un chico de esa edad. No tenía culpa de nada. No era un narco ni un zeta ni el hijo de un narco o un zeta. Era un chico, quizá odioso o quizá supersimpático, que pasaba por ahí. Ello fue todo su destino.
Que Uriel nos mire desde un sitio mejor, y nos inspire un poco de decencia civil para salvar a nuestras ciudades. Es nuestra obligación.
No tenga usted miedo. Sea fuerte.
(¡AGUANTA, MORELIA!)
2 comentarios:
Actitud, los mexicanos necesitamos un cambio de actitud, y aunque este tipo de tragedias no hacen ver que nos estamos hundiendo, no nos hacen ver que nosotros mismos somos parte del problema y de la solución.
Actitudes como, “el que no tranza no avanza” o aceptar mordidas, entre otras que se que existen pero no se nombrarlas (pero seguro conoces), son exactamente las actitudes que debemos de cambiar.
Y la mas común de todas, la de pensar que nuestra acción no va a cambiar a México.
Acaso necesitamos más muertes para entender que no es cosa de que los demás cambien o actúen, si no de que es mi responsabilidad si amo a mi país de cambiar yo primero y de actuar yo primero.
O me equivoco?
(No lograre nada con este comentario, pero es mi deber como mexicano comentar, no podia quedarme callado.)
Y yo no lograré nada con ninguna línea que escriba o que me calle. Pero es mi deber, también, syd. Y quizá estemos ladrándole al árbol equivocado. Pero por algo se empieza.
Pinche pobre país nuestro, caray.
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