Es así que, tras largas deliberaciones —no por la calidad de la obra reconocida, sino por el tipo de homenaje que hacerle: si junto con otras películas, o a ella sola—, he decidido que los Ivanes Olímpicos de 2008 son para Tropa de élite.

El guión fascinante; la historia demoledora que deja el corazón como apretado en un puño cuya voluntad le ordena soltarlo; un elenco sensacional encabezado por el Capitán Nascimento, el tremendo Wagner Moura; música que se queda en la cabeza por meses; la sensación de asistir a un espectáculo real, vivo, cierto, no sólo verosímil sino repulsiva y tristemente familiar; y, por eso, un éxito redondo, una auténtica novela de la violencia: todo eso es Tropa de élite, la gran cinta de José Padilha que ganó en Berlín y no olvidaremos jamás.

Véala, si no la ha visto: no hay modo de no desear honrarla.
(PARRAPA, PAPA, PAPA, PARRÁ, PAPÁ!)
No hay comentarios:
Publicar un comentario