Es 20 de enero, pero acaba de ocurrírseme: me comprometo a cuidarme más de decir, frente a la gente, que algo de lo que se habla no me gusta o me desagrada: si nadie me lo ha preguntado, al menos me aguantaré un poquito.
Soy una pésima persona. Si llegara a cumplirme eso, sería menos pésima. Pero pésima, igualmente.
En el fondo, no me importa.
(PERO NO ME GUSTAN DANCER IN THE DARK NI LOS MANDAMIENTOS DE KIESLOWSKI, CARAJO!)
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