BAFTA

Los premios de la BAFTA importan por la cosa del prestigio: actor con premio es actor de carrera saludable y boyante. Ni qué decir del empuje que, en estas temporadas, dan a películas ya encarreradas: caso El laberinto del fauno, que ganó el premio el año pasado a película en idioma no inglés; y ese mismo año, caso de Alan Arkin, que acabaría ganando el Oscar por Little Miss Sunshine o el imposible premio a Jennifer Hudson, luego cristalizado en Oscar, por Dreamgirls. Reese Witherspoon ganó aquí en los Oscar por Walk the line. Cate Blanchett, antes, por The aviator. Y a veces me gustaría que los BAFTA fueran indicadores más claros: Clive Owen por Closer, Bill Nighy por Love actually, ay Scarlett por Lost in translation, su película más sobrevalorada, su papel más subestimado.

Ya salieron las nominaciones para los premios de la BAFTA. Nada podría agradecer más Javier Bardem sino una nominación aquí, donde seguramente sumará otro puntito al lado del Globo de Oro. ¿Oscar? Yo digo que sí. Competencia: Tommy Lee Jones, el joven Paul Dano que ha venido siendo ignorado en medio del éxito de There will be blood (éxito que aquí queda gráficamente demostradísimo), Tom Wilkinson que parecer ser el principal damnificado por su trabajo de primer nivel en Michael Clayton, y Philip Seymour Hoffman a quien veré hoy en Charlie Wilson's war.

Atonement compite en las categorías de mejor película (entregan un premio general, otro a película británica). Las vidas de los otros tiene sus nominaciones también, incluyendo una para Ulrich Mühe como actor principal. American gangster recibió en nominaciones el reconocimiento que no recibirá en premios, en mi humilde opinión. Ellen Page está considerada en la lista para mejor actriz principal, al lado de Marion Cotillard y Keira Knightley y Julie Christie y, ja, Cate Blanchett. Ayer la vi en I'm not there. Es espectacular. Christian Bale está de sus tamaños. Todos los demás están bien.


La niebla se eleva sobre las montañas. Me voy a comer.

Abur.

(¿THE BOURNE ULTIMATUM?)