¡Es del mismo de Tarde de perros!, gritó Vera cuando salieron los créditos. Luego fue desbrozar a lo tonto un par de horas el trabajo estupendo de Albert Finney, Rosemary Harris, la hermosa Marisa Tomei, el enorme perrote que es Philip Seymour Hoffman y, sobre todo, el asombroso performance de Ethan Hawke. Y hasta Amy Adams, chingao. La relación entre los dos hermanos, la dificultad de los personajes secundarios, el orden y el ritmo, el acierto de la edición y los efectos con que se adorna, la pulcritud del guión que dota de una saludable lógica a los increíbles giros en cada personaje... Y dioses, qué trabajo de viejos lobos de mar para Ethan y Philip Seymour. Qué laborioso empleo. Éste tiene la personalidad que hace falta para sentarse en una silla con el cuello hacia un lado y haber contado, ya sólo con eso, toda una historia entera; aquél, sumergido en un experimento de exploración de su personaje, produce una personalidad entera afectada por su propia levedad, pero sólida y provista de múltiples dimensiones.
Sí, Vera: es del mismo director de Tarde de perros.
Buso sitio oficial y no lo hallo pero aquí está el tráiler en Yahoo. Busco una crítica en Rotten Tomatoes (nunca me han gustado los rediseños de páginas web, espero que algún día me acostumbre) y no encuentro una con la que coincida del todo. Y entonces doy con el viejo Roger Ebert, que escribe: "The japanese name some of their artists Living Treasures. Sidney Lumet is one of ours". Y todavía más:
That's why an actor with Albert Finney's depth is needed for an apparently supporting role. If he isn't there when he's needed, the whole film loses. As for Hoffman and Hawke, so seemingly different but such intelligent actors, they pull off that miracle that makes us stop thinking of anything we know about them, and start thinking only of Andy and Hank.
Sí, Vera. Ni más ni menos.
(ETHAN HAWKE PARA PRESIDENTE!)
No hay comentarios:
Publicar un comentario