jueves, 17 de enero de 2008

Curarse con Borges

Reservo el vino para el fin de semana con mi novia, aficionados que somos al merlot de Perpetuum. Ja. Pero mi abuelo ha curado mi ocio y me voy a dormir, ya mismo, abuelito querido, gracias.

Soneto del vino

¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?

Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.

En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto

otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.


(AHI NOMÁS)

1 comentario:

El Chato Heston dijo...

Hey que tal,

Me gusta mucho el blog (o de lo que hablas en el blog: Borges, Morrissey, y hasta Alex de la Iglesia), aunque veo que normalmente no publicas comentarios.

Bueno, dale una chequeada al nuestro.

Saludos.