
Y ya.
Nunca lo entendí.
Años después supe: Robert Altman hizo una versión de Popeye con Robin Williams y Shelley Duvall y era tan extraña que era muy popular. Y los recuerdos me asaltaron pero quise no hacerles caso. Esta noche no puedo y escucho el soundtrack y, sí, Shelley Duvall canta aquella canción de Punch-drunk love que le dije a todo el mundo "Es de Popeye, de veras". Y dice: "He needs me, he needs me, he needs me, he needs me...". Y dice de Bluto: "He's large... large... large... large... and got money!". Y Popeye canta algo llamado "I Yam what I Yam". Y no entiendo ni madres. Nada. Cero. Nulo. Busco en Youtube: uno y otro y aun otro video. Todos son tan raros. Y ellos dos son tan encantadores, tan encantadores de un modo inverosímil. El cuerpo de Shelley Duvall, sus gestos, la voz que eriza los vellos del cuerpo ("and HE DOES!"), el brillo de alguien que no me lo nieguen fue educada para el escenario, ¿verdad? Y Robin Williams, enloquecido, fanático de la expresión corporal estrepitosa, no sé decirlo, como venido de otro planeta a indicar que los gestos del cuerpo deberían ser así, ustedes, torpes terrícolas.
Robert Altman: ¿por qué estabas tan loco, tío? ¿Por qué eras ese chiflado, que no entiendo nada?
Ahora tendré que ir a buscar la película en cuestión.
Chale. Chale. Chale. Yo era feliz. Yo lo era.
Chale.
(FOR ONCE, FOR ONCE IN LIFE I FELT THAT SOMEONE NEEDED MEEEEEEEEE...)
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