viernes, 22 de febrero de 2008

Post 200 del año, 657 del blog

Me pregunto cómo hacer para postear más de literatura y menos de cine. Me pregunto cómo hacer para comentar con mayor seriedad noticias más interesantes. Me pregunto cómo filtrar en el blog mis peripecias personales, mis preocupaciones íntimas, mis necesidades de "querido diario" que no veo satisfechas porque no sé hablarme sólo a mí mismo —uno escribe para otros, aunque escriba para sí mismo, pero no escribe nunca solamente para hablar consigo mismo, para hablarle a sí mismo—. Me pregunto si tener un blog es el equivalente a no dejar de escribir, aunque sea por puro sistema. Quiero volver a escribir. Quiero hacer más teatro. Quiero ver más cine. Quiero una mejor relación con mi oficio de periodista. Quiero un buen sueldo y una cafetera que adivine mis deseos más profundos y me convenza ("sí, payaso: sí quieres tomar café ahora mismo y está servido y apúrate que se te enfría y no, no tiene azúcar, límpiate la boca y fájate la camisa"). Quiero un gatito en casa. Quiero que Fabián y Lucas no vayan a tenerle miedo. Quiero comer menos carne porque tengo pesadillas sobre el maltrato a los animales en el mundo de la producción agropecuaria. Quiero poder querer sin sentir que no debería querer. Quiero que el pulso de mi corazón sea menos críptico y más simplemente natural (palpita ahora, y luego también, y luego también, ad eternae). Quiero saber si un día me animaré a escribir poesía (¡muera Wylosz!). Quiero viajar y encontrar gente que me importe. Quiero que me importe algo. El peor mal de nuestra patética época es que nos permitimos perder la voluntad, perder el deseo, perder las sinceras intenciones. No sé que sean ustedes, así que no diré "somos": soy lo que soy pero no sé si de veras estoy siéndolo, ahora mismo: me siento tan incompleto, y me veo y no sé qué pieza falta, y quiero creer que sobran piezas pero no puedo creer que el pasado y la historia se hayan confabulado para cometer tantos errores en una sola persona. Y dije que no diré "somos", así que no, no se equiparen a mí, no se vean en mí, no me juzguen desde la distante postura "yo soy distinto" porque se me parecen y padecemos lo mismo, sólo que ustedes tienen sus propios gatos, sus propios Fabianes y Lucas, sus propios pruritos por los animales maltratados. No: nosotros no somos yo.

Soy yo, pero necesito ser yo.

Soy yo. Éste es mi blog. Escribo aquí lo que se me viene en gana. Lo que me sale de los cojones. Lo que se me antoja a mí. Que usted o usted me lea no me modifica en nada: léame. Yo no escribo para mí, no sólo para mí solo. Escribo porque en algún lado tengo que hacerlo. Pero lo entenderé a usted y puede que también a usted: hay mejores cosas que leer en la vida.

Váyase a leer algo decente.

Váyase ya.

Yo solamente soy yo.

(¿PARA ESTO INVIERTE UNO EN INTERNET, CARAY?

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya me fui...


(...extrañaré los titulares!!!)


(lo sé)


(gracias)


(es por mi bien)


"(GO, COLTS!!! SNIF...)"