Tres cosas que vi en la tele y que me distraen de madrugada

1. Lo desesperadamente repulsivo que es enfrentarse al video de Rick Astley oh por qué dioses no lo hemos olvidado ya de la canción Never gonna give you up. Lo peor del caso es que eso te lleva a acordarte que el tipo también cantaba aquello de Forever together o Together forever o como se llamara. ¿Alguna vez perdió el inescrutable copetito? ¿Hubo quien le socavara la sonrisa de inglesito clase media pub ochentero reventón? Esos ojos, carajo... ¿Por qué oh por qué ay por qué bailaba así? ¿Debíamos disculpárselo cuando se soltó el cabello y parecía haber vivido de verdad en los noventa? ¿Conseguía chicas, de veras? ¿Tú, Dios, consentiste los ochenta?


2. Lo increíblemente bueno que es el arranque la secuencia inicial quiero decir esos benditos trece catorce minutos donde Liam Neeson conduce un cristiano enfrentamiento contra el hijo de puta de Daniel Day Lewis en Gangs of New York y es sangre y es tripas astrales partiendo espinazos espadas y un crucifijo y oh John C. Reilly en bigotes y oh Brendan Gleeson qué sucio bull dog que pelea por dinero oh dioses qué actor de primer nivel es Day Lewis y qué actor de rugidos volcánicos es don Liam Neeson dioses en gloria sagrada y solemne y muy venerable lo tengan grandísimo viejo. El problema es que luego sale Leonardo Di Caprio y toda la cinta se va a chingar a su muy reverenda y santísima madre (un blog le pasa revista desde una perspectiva medio stanislavskiana a la película, cosa que no sé si era necesaria pero definitivamente es entretenidísima).

3. No sé si ustedes saben que hubo un día que Homero cayó de un aeroplano con rosas para Marge. Déjenme decirles algo: Homero es un dios del amor. Amigos gringos: casi ni podrían disfrutarlo en inglés.

(¡NOS ROBARON NUESTRA IDEA!)