viernes, 14 de marzo de 2008

La deshonra y el empresario

Javier Gutiérrez Treviño volvió a clavarla: el líder del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco está alarmado por la múltiple ejecución del jueves en la colonia Providencia, una colonia que él llama "de gente bien". Pero lo que más le alarma al pobre hombre, ciudadano ejemplar, es que la "gente mal", los deshonestos y malévolos hijos de clase media, nos acerquemos demasiado, con nuestra violencia, a la gente de su clase.

Cito una nota que seguro encontrará usted, lectora, lector, hoy en la parte Guadalajara de Milenio.com:

Al coordinador del CCIJ, Javier Gutiérrez Treviño, le llamó especialmente la atención la zona donde ocurrió el crimen y consideró que “es bien preocupante que esté pasando esto en la supuesta colonia de la gente bien de Guadalajara”, pues alarma que se esté filtrando la delincuencia “día a día” entre la “gente honesta”.

Así nomás.

Alguien párelo. Este comentario de Gutiérrez Treviño es un tormento de incorrección: es tan suciamente discriminatorio que el señor debería disculparse. Señor Gutiérrez Treviño: eso no se dice. Cuide su boca. ¿Se disculpará? No. No parece que vaya a hacerlo nunca. La última vez, recordemos, su comentario era un sarcasmo odioso, una grosería infamante, casi criminal. ¿Quiere usted escucharla, por ejemplo, en el sitio de Notisistema?

Alguien párelo, por favor.

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