Don Emilio González Márquez, quien cobra como gobernador de Jalisco (el estado mexicano en el que yo vivo), es muy capaz de hilar discursos sensacionales a la hora de justificar que su gobierno trabaje solamente con quienes expresan líneas ideológicas iguales o brutalmente iguales a la suya. De allí que ayer, al repartir dinero para organizaciones civiles cuyas normas expresan que no deberían ser organizaciones religiosas, haya repartido el dinero a organizaciones religiosas o de innegable y fundamental inspiración religiosa. ¿Y qué nadie le reclama?, se preguntará usted, aturdida lectora, lector agarrado en curva. Pues sí, le respondería yo a usted; pero nuestro gobernador, acá en Jalisco, tiene un singular estilo para convencer al respetable. Y lo hizo así ayer:
Dentro de este reconocimiento a quienes trabajan por hacer de Jalisco un lugar mejor para vivir, hago un reconocimiento para ustedes, los aquí presentes, y primero, déjenme decirles por qué no estamos apoyando al Asilo "Carlos Marx", por una razón, porque no existe; pero sí existe el Asilo "San Juan Diego", y a nosotros no nos interesa el nombre de la motivación que puedan tener, sino el resultado.
Esperamos que algún día, quienes se inspiren en Carlos Marx, se decidan a formar un asilo y apoyar a los niños que ahora sufren, y también les apoyaré, como estamos apoyando al Hogar del Niño Desprotegido "San Isidro", porque está haciendo su labor en beneficio de nuestros niños, y no estamos apoyando al Orfanato "Federico Engels" porque no existe, y algún día espero que podamos apoyar al Instituto de Apoyo a los Indígenas "Antonio Granchi", ahora no lo apoyamos porque no existe, y estamos apoyando, en su lugar, a todo ese esfuerzo por mejorar la audición y el lenguaje "Fray Pedro Ponce de León", Asociación Civil.
Qué bueno que existen organizaciones con inspiración altruista, qué bueno que existen organizaciones con motivación religiosa; lo que le interesa a este Gobierno de Jalisco es estar con la gente que apoya al pueblo, y ojalá algún día exista el Asilo "Carlos Marx"; ojalá algún día exista el Orfanato "Federico Engels", y ojalá algún día exista el Instituto de Apoyos a los Indígenas "Antonio Granchi".
(¿QUEDÓ CLARITO?)
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