jueves, 21 de agosto de 2008

Volví del Defe. ¿Qué fui a hacer allá? / V: Tres películas de autobús y Starship Troopers


1. The big white. Sí, Vera: al fin sé en qué termina. El chofer del Primera Plus fue tan amable en ponerla, aunque doblada, y pude enterarme de las dos escenitas que me hacían falta del final y una más que Alexander, mi ex DVD, no pudo reproducir en su momento, hace más de un año. Es una comedia malograda, con un guión mucho más ambicioso que el resultado final, pero con las participaciones geniales de tipos como el gran Giovanni Ribisi (¿alguien se ha fijado en lo mucho que se parece a mi don Enrique Jardiel Poncela?), Holly Hunter impecable, Tim Blake Nelson y hasta Robin Williams, además de la deliciosa Allison Lohman y el siempre buen tipo Woody Harrelson. Y ya. Punto. Dormí media hora y desperté y estaba lo que sigue en la tele.


2. Are we done yet? Ice Cube, el rapero, en una comedia que debió ser mucho más divertida. El tipo compra la casa de sus sueños y la impone a su familia, pero el sitio se viene abajo y él, obstinado en repararla, ignora que la gente que lo rodea está más incómoda con su necedad que con la casa: él es el desastre doméstico. Además está el vendedor de casas que es el jefe de las brigadas de obreros: el médico que maltrata a Zach Braff en Scrubs. Es una lástima que la cinta prefiera ser una comedita muy chirle y muy simplona en lugar de una buena comedia familiar. Tiene unos créditos animados muy chistosos, eso sí. La vi cuando íbamos pasando por alguna parte de Querétaro.


3. Llegando al Estado de México, el chofer puso Opal dream. Diré una cosa: me quedé con muchísimas ganas de que alguien termine de hacer esta película como se debe. ¡Debía ser un gran cuento, quizá! Una niña tiene dos amigos imaginarios pero un día se le pierden por culpa de su papá, quien no se toma en serio el hábito de su hija y que, cuando intenta ayudarla, allana propiedad ajena y cae a la cárcel. La chiquilla cae en una depresión fulminante, la familia peligra porque el pueblo quiere el pellejo del padre acusado de ladrón, y el hermano mayor decide conciliar ambas crisis organizando un funeral para los niños imaginarios. Cuuuursi, cursi. Pero cuuuuursi, cursi. Insisto en que era muuuuuy cursi. Pero, también, muy entretenida. Al final, ¿no sirven para eso las películas? La dirigió el mismo australiano de The full monty.


4. Me hace muy feliz ver que alguien en el Blogdecine es feliz con Starship Troopers. Yo la veo cada vez que tengo ganas de una caguama y de limones con sal y chile piquín. Honor de explorador. Es una maravilla.

(¡CINE CINE CINE CINE!)

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