Fui a ver la expo La carne y el color que está en el Museo Nacional del Arte, allí en el puro centro. Se baja uno en la estación Bellas Artes de la línea azul del metro y le camina una cuadra después del Palacio: el museo está frente al Palacio de Minería. Paga uno 20 pesos, más cinco por el permiso de tomar fotos. Y se muere de felicidad, de la sensación de pequeñez, de descubrir carne viva en una centena de obras de lo más maravillosas. ¿Dos favoritas? Esta Magdalena arrepentida de Philippe de Champaigne, siglo XVII, que arroba todos los sentidos.
Y este Desnudo de medio cuerpo. Picasso. Nomás.
(WOOOAAAAH!)
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