Tengo pocas dudas con la cosa de la foto: casi ni tengo que haberla notado, porque me enferman las fotografías basadas en panorámicas enormes de paisajotes chidos retocados en la posproducción que no sirven para nada más. ESDLA (la mejor película en la historia de la civilización occidental y también de la oriental) tiene una gran foto no sólo por sus planos gigantescos de montañotas y batallones, sino porque toda su propuesta de imagen es constante y es narrativa. No está vacía: ella sola aporta tanto a la historia como la música o como los efectos especiales.
Pienso en cómo la fotografía sirve a los fines narrativos en las películas que vi este año, y obviamente recuerdo mi querida Things we lost in the fire, contaminada y favorecida al mismo tiempo por la influencia de los fotógrafos mexicanos más famosos y por la narrativa al estilo González Iñárritu + Arriaga. Hay, en cambio, otras cinco películas de singular importancia que vi este año:
The Parfum, de Tom Tykwer, mi segundo director favorito del planeta (adoro Sueños invernales, sí); Curse of the golden flower, de foto colosal y sofocante y aparatosa pero, ojo, importantísima para contar la historia de la cinta; 300, de Zack Snyder, que merece la misma justificación que la anterior (además, ¿cómo no reparar en la fotografía de una película que revisa una novela gráfica?); The pursuit of happyness, de Gabriele Muccino, donde el muy meritorio trabajo de Will Smith se ve bien correspondido por el trabajo fotográfico; y finalmente, Gwoemul, The Host, ese prodigio de cinta de ciencia ficción de Joon-Ho Bong, de verdad notoria. Para todas ellas, mi felicitación: han entrado como nominadas a los Ivanes 2007. Pero el Ivanes 2007 para Mejor Fotografía es para: Curse of the golden flower.
Y denle las vueltas que quieran: filmar esta suerte de Macbeth violento (ajá, ya sé, el adjetivo no es gratuito) pasado por el tamiz de Zhang Yimou exige un trabajo técnico de auténtica habilidad artesanal, y se nota en todos sus componentes, de los cuales no son los efectos especiales los más importantes (señor coordinador de extras: aplausos). La foto de Curse..., lectora, lector, es tan precisa, elegante y correcta que dan ganas de regalarle al responsable un collar hecho con las lenguas de todos aquellos que hablaron en el cine durante sus funciones.
Desinfectadas, eso sí.
(MADRE, TÓMATE TU MEDECINA, Y MIRA ESTA MARÍA QUE SIEMPRE TRAE LA LECHE BIEN FRÍA)
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